Neurociencia y Psicología
La resiliencia psicológica se asocia a una menor mortalidad cardiovascular y general
La resiliencia psicológica es definida como la capacidad de afrontar y de adaptarse eficazmente a circunstancias adversas, integrando dominios como la perseverancia, los propósitos, la autonomía, la capacidad de permanecer en calma, o la capacidad de afrontar desafíos. Mientras que los beneficios sobre la salud mental de las personas psicológicamente más resilientes están bien establecidos, evidencias recientes sugieren que podrían existir beneficios de la resiliencia psicológica sobre la salud general al contrarrestar procesos metabólicos asociados a la respuesta de estrés.
Un estudio reciente realizado en Estados Unidos (Zhang et al., 2024) investigó la asociación entre resiliencia psicológica y mortalidad por todas las causas utilizando datos de más de 10.000 voluntarios de la cohorte “Health and Retirement Study”, un estudio longitudinal que realiza un seguimiento periódico a personas mayores de 50 años y sus cónyuges, recopilando datos sobre salud y aspectos socioeconómicos. La resiliencia psicológica se evaluó mediante puntuaciones en los distintos dominios utilizando la escala simplificada Simplified Resilience Score (SRS).
Tras un seguimiento promedio de 12 años, los hallazgos mostraron que niveles más altos de resiliencia psicológica se asociaron significativamente con una menor mortalidad cardiovascular y general. Así, la supervivencia a 10 años de los participantes con mayores puntuaciones en resiliencia psicológica (Q4) fue casi un 40% mayor respecto a los participantes con menores puntiaciones (Q1). La relación entre resiliencia y mortalidad permaneció significativa tras ajustar por factores sociodemográficos, de hábitos y estilo de vida, y de salud, mediante modelos de riesgos proporcionales de Cox, indicando que actúa como un factor independiente. El análisis por sexo mostró que tanto hombres como mujeres con altos niveles de resiliencia experimentaron menores tasas de mortalidad, sin embargo, las mujeres demostraron una ventaja adicional, con tasas de mortalidad inferiores a las de los hombres con niveles de resiliencia comparables, lo que podría indicar un beneficio específico en la población femenina.
En conclusión, este estudio sugiere que la resiliencia psicológica tiene un efecto protector para la salud en términos de mortalidad general y cardiovascular, al fomentar comportamientos saludables, redes sociales sólidas, y un sentido de propósito, pero también al facilitar una mejor adaptación fisiológica ante estresores a nivel epigenético y metabólico. Por tanto en una dirección contraria a ciertas corrientes psicológicas victimizantes y fragilizantes que se han puesto de moda. No obstante, algunas limitaciones del estudio son el carécter observacional del estudio, la falta de datos genéticos, y la falta de mediciones longitudinales de la resiliencia. Futuros estudios deben evaluar las relaciones genéticas que asocien resiliencia psicológica y salud, así como el trabajo de resiliencia en personas mayores y su impacto en la salud.
Un estudio reciente realizado en Estados Unidos (Zhang et al., 2024) investigó la asociación entre resiliencia psicológica y mortalidad por todas las causas utilizando datos de más de 10.000 voluntarios de la cohorte “Health and Retirement Study”, un estudio longitudinal que realiza un seguimiento periódico a personas mayores de 50 años y sus cónyuges, recopilando datos sobre salud y aspectos socioeconómicos. La resiliencia psicológica se evaluó mediante puntuaciones en los distintos dominios utilizando la escala simplificada Simplified Resilience Score (SRS).
Tras un seguimiento promedio de 12 años, los hallazgos mostraron que niveles más altos de resiliencia psicológica se asociaron significativamente con una menor mortalidad cardiovascular y general. Así, la supervivencia a 10 años de los participantes con mayores puntuaciones en resiliencia psicológica (Q4) fue casi un 40% mayor respecto a los participantes con menores puntiaciones (Q1). La relación entre resiliencia y mortalidad permaneció significativa tras ajustar por factores sociodemográficos, de hábitos y estilo de vida, y de salud, mediante modelos de riesgos proporcionales de Cox, indicando que actúa como un factor independiente. El análisis por sexo mostró que tanto hombres como mujeres con altos niveles de resiliencia experimentaron menores tasas de mortalidad, sin embargo, las mujeres demostraron una ventaja adicional, con tasas de mortalidad inferiores a las de los hombres con niveles de resiliencia comparables, lo que podría indicar un beneficio específico en la población femenina.
En conclusión, este estudio sugiere que la resiliencia psicológica tiene un efecto protector para la salud en términos de mortalidad general y cardiovascular, al fomentar comportamientos saludables, redes sociales sólidas, y un sentido de propósito, pero también al facilitar una mejor adaptación fisiológica ante estresores a nivel epigenético y metabólico. Por tanto en una dirección contraria a ciertas corrientes psicológicas victimizantes y fragilizantes que se han puesto de moda. No obstante, algunas limitaciones del estudio son el carécter observacional del estudio, la falta de datos genéticos, y la falta de mediciones longitudinales de la resiliencia. Futuros estudios deben evaluar las relaciones genéticas que asocien resiliencia psicológica y salud, así como el trabajo de resiliencia en personas mayores y su impacto en la salud.
Zhang, A et al, 2024. Association between psychological resilience and all-cause mortality in the Health and Retirement Study. BMJ Mental Health, 27(1), 1-6. https://doi.org/10.1136/bmjment-2024-301064
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.