Medicina
La curcumina puede mejorar la inflamación y el dolor en artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una patología autoinmune que cursa con inflamación en las articulaciones, hinchazón, dolor y, con el tiempo, deterioro del cartílago y los huesos. Esta condición progresiva afecta la movilidad y la calidad de vida de las personas. El estrés oxidativo, resultado de un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes en el organismo, desempeña un papel crucial en la artritis reumatoide, exacerbando la inflamación y el daño articular mediante la peroxidación lipídica y el daño celular. La curcumina, un compuesto bioactivo de la cúrcuma posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden mitigar los efectos de la artritis reumatoide al reducir el estrés oxidativo e inhibir vías inflamatorias.
Un ensayo clínico reciente (Pourhabibi-Zarandi et al., 2024) investigó los efectos de la suplementación con curcumina en mujeres con artritis reumatoide moderadamente activa. Se reclutaron 48 mujeres diagnosticadas con artritis reumatoide durante más de un año. Utilizando un diseño doble ciego, las participantes fueron asignadas aleatoriamente al grupo de intervención, que recibió una cápsula diaria de 500 miligramos de curcumina o al grupo control, que recibió un placebo durante 8 semanas. La actividad de la artritis se evaluó mediante el cuestionario DAS-28, que considera el número de articulaciones inflamadas y doloridas, una escala visual analógica para el dolor (VAS) y los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad en sangre. Al término del estudio, se compararon los cambios en la capacidad antioxidante total, los niveles de malondialdehído y la actividad de la enfermedad entre ambos grupos.
Los resultados mostraron que, en comparación con el placebo, la suplementación con curcumina redujo notablemente el número de articulaciones inflamadas y doloridas según las puntuaciones del DAS-28 y la escala VAS. Se encontró un aumento de la capacidad antioxidante total. Estos hallazgos sugieren que este suplemento puede fortalecer el sistema de defensa antioxidante del cuerpo y además mejorar la calidad de vida de estas pacientes al permitirles moverse con más facilidad y menor dolor. La adherencia al protocolo fue alta y no se observaron efectos adversos en las participantes que tomaron curcumina, lo que sugiere una buena tolerancia a la suplementación.
En conclusión, este estudio sugiere que la suplementación diaria con curcumina puede reducir los síntomas de la artritis reumatoide. Estos hallazgos apoyan la curcumina como una alternativa terapéutica accesible y de bajo coste, siendo los resultados consistentes con otros ensayos clínicos realizados. No obstante, futuros estudios deben ayudar a establecer la utilidad clínica de distintas formulaciones de curcumina, así como las dosificaciones más eficaces.
Un ensayo clínico reciente (Pourhabibi-Zarandi et al., 2024) investigó los efectos de la suplementación con curcumina en mujeres con artritis reumatoide moderadamente activa. Se reclutaron 48 mujeres diagnosticadas con artritis reumatoide durante más de un año. Utilizando un diseño doble ciego, las participantes fueron asignadas aleatoriamente al grupo de intervención, que recibió una cápsula diaria de 500 miligramos de curcumina o al grupo control, que recibió un placebo durante 8 semanas. La actividad de la artritis se evaluó mediante el cuestionario DAS-28, que considera el número de articulaciones inflamadas y doloridas, una escala visual analógica para el dolor (VAS) y los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad en sangre. Al término del estudio, se compararon los cambios en la capacidad antioxidante total, los niveles de malondialdehído y la actividad de la enfermedad entre ambos grupos.
Los resultados mostraron que, en comparación con el placebo, la suplementación con curcumina redujo notablemente el número de articulaciones inflamadas y doloridas según las puntuaciones del DAS-28 y la escala VAS. Se encontró un aumento de la capacidad antioxidante total. Estos hallazgos sugieren que este suplemento puede fortalecer el sistema de defensa antioxidante del cuerpo y además mejorar la calidad de vida de estas pacientes al permitirles moverse con más facilidad y menor dolor. La adherencia al protocolo fue alta y no se observaron efectos adversos en las participantes que tomaron curcumina, lo que sugiere una buena tolerancia a la suplementación.
En conclusión, este estudio sugiere que la suplementación diaria con curcumina puede reducir los síntomas de la artritis reumatoide. Estos hallazgos apoyan la curcumina como una alternativa terapéutica accesible y de bajo coste, siendo los resultados consistentes con otros ensayos clínicos realizados. No obstante, futuros estudios deben ayudar a establecer la utilidad clínica de distintas formulaciones de curcumina, así como las dosificaciones más eficaces.
Pourhabibi-Zarandi F et al. The efficacy of curcumin supplementation on serum total antioxidant capacity, malondialdehyde, and disease activity in women with rheumatoid arthritis: A randomized, double-blind, placebo-controlled clinical trial. Phytother Res. 2024 Jul;38(7):3552-3563. doi: 10.1002/ptr.8225.
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.