Nutrición
Cada 5 kg/m2 de aumento en el IMC se asoció con un riesgo 50% mayor de cáncer de próstata avanzado y mortal
La obesidad, medida tanto por el índice de masa corporal (IMC) como por la circunferencia de la cintura, se ha asociado de manera consistente con un mayor riesgo de cáncer de próstata avanzado y un peor pronóstico tras el diagnóstico. La evidencia emergente sugiere que la distribución específica de la grasa corporal podría ser un factor pronóstico crucial para los resultados del cáncer de próstata, ya que puede ser un indicador de diversos entornos metabólicos, hormonales e inflamatorios que desempeñan un papel en la carcinogénesis prostática.
En un estudio realizado entre 2002 y 2006, se evaluó a 1.832 hombres mediante tomografía computarizada para determinar la deposición de grasa, análisis de impedancia bioeléctrica, medición del IMC y la circunferencia de la cintura. Durante el período del estudio, se diagnosticaron 172 casos de cáncer de próstata, incluyendo 31 muertes relacionadas con la enfermedad.
Los resultados mostraron que la grasa subcutánea abdominal estaba altamente correlacionada con el IMC y la circunferencia de la cintura. No obstante, la grasa visceral se asoció significativamente con el riesgo de cáncer de próstata avanzado, mientras que la grasa subcutánea en el muslo se relacionó con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer de próstata.
Específicamente, cada aumento de 5 kg/m² en el IMC se asoció con un incremento del 50% en el riesgo de cáncer avanzado y mortal. De manera similar, cada incremento de 10,3 cm en la circunferencia de la cintura se correlacionó con un aumento del 40% en el riesgo de cáncer avanzado y mortalidad.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de realizar más estudios prospectivos que investiguen la distribución de la grasa corporal y los resultados del cáncer de próstata, prestando especial atención a los cambios en los depósitos de grasa a lo largo del tiempo, las vías biológicas involucradas y la heterogeneidad potencial según el IMC. La identificación de genotipos de adiposidad con mayor riesgo de cáncer de próstata podría ayudar a esclarecer los mecanismos que vinculan la obesidad con la agresividad de la enfermedad y orientar las estrategias de intervención más efectivas.
En conclusión, la comprensión detallada de cómo la distribución de la grasa corporal influye en el riesgo y el pronóstico del cáncer de próstata es esencial para el desarrollo de intervenciones personalizadas que puedan mejorar los resultados clínicos en individuos con obesidad.
En un estudio realizado entre 2002 y 2006, se evaluó a 1.832 hombres mediante tomografía computarizada para determinar la deposición de grasa, análisis de impedancia bioeléctrica, medición del IMC y la circunferencia de la cintura. Durante el período del estudio, se diagnosticaron 172 casos de cáncer de próstata, incluyendo 31 muertes relacionadas con la enfermedad.
Los resultados mostraron que la grasa subcutánea abdominal estaba altamente correlacionada con el IMC y la circunferencia de la cintura. No obstante, la grasa visceral se asoció significativamente con el riesgo de cáncer de próstata avanzado, mientras que la grasa subcutánea en el muslo se relacionó con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer de próstata.
Específicamente, cada aumento de 5 kg/m² en el IMC se asoció con un incremento del 50% en el riesgo de cáncer avanzado y mortal. De manera similar, cada incremento de 10,3 cm en la circunferencia de la cintura se correlacionó con un aumento del 40% en el riesgo de cáncer avanzado y mortalidad.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de realizar más estudios prospectivos que investiguen la distribución de la grasa corporal y los resultados del cáncer de próstata, prestando especial atención a los cambios en los depósitos de grasa a lo largo del tiempo, las vías biológicas involucradas y la heterogeneidad potencial según el IMC. La identificación de genotipos de adiposidad con mayor riesgo de cáncer de próstata podría ayudar a esclarecer los mecanismos que vinculan la obesidad con la agresividad de la enfermedad y orientar las estrategias de intervención más efectivas.
En conclusión, la comprensión detallada de cómo la distribución de la grasa corporal influye en el riesgo y el pronóstico del cáncer de próstata es esencial para el desarrollo de intervenciones personalizadas que puedan mejorar los resultados clínicos en individuos con obesidad.
Dickerman, B. A., Torfadottir, J. E., Valdimarsdottir, U. A., Giovannucci, E., Wilson, K. M., Aspelund, T., Tryggvadottir, L., Sigurdardottir, L. G., Harris, T. B., Launer, L. J., Gudnason, V., Markt, S. C., & Mucci, L. A. (2019). Body fat distribution on computed tomography imaging and prostate cancer risk and mortality in the AGES-Reykjavik study. Cancer, 125(16), 2877-2885. https://doi.org/10.1002/cncr.32167
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.