Nutrición
El cacao mejora la salud cardiometabólica
El cacao (Theobroma cacao) es un alimento con alto contenido de flavonoides, compuestos que ejercen acciones antiinflamatorias y antioxidantes. Los flavonoides del cacao promueven la expresión de óxido nítrico, un mediador esencial para la función endotelial, facilitando la vasodilatación y las adaptaciones vasculares de todo el cuerpo. Adicionalmente, los flavonoides del cacao pueden reducir la agregación plaquetaria, mejorar la sensibilidad a la insulina y mejorar el perfil lipídico, lo que puede suponer un efecto preventivo a nivel de salud cardiometabólica.
Un meta-análisis reciente (Arisi et al., 2024) evaluó los efectos del consumo de cacao en distintos parámetros asociados al riesgo cardiometabólico. Se analizaron 31 ensayos clínicos controlados aleatorizados, con una muestra de casi 2.000 participantes, asignados aleatoriamente a un grupo de intervención que recibió cacao o chocolate con un mínimo de 70% de cacao. Los grupos control tomaron un placebo o un chocolate con menos de 70% de cacao. La duración de las intervenciones osciló entre 4 y 24 semanas, y las dosis empleadas fueron entre 1,4 gr en el caso de algunos extractos de cacao, hasta los 50 gramos diarios en el caso de algunos estudios en los que se ingirió chocolate. Entre las variables estudiadas se incluyeron mediciones antropométricas, tensión arterial, glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada, y lípidos en sangre.
Los resultados mostraron una reducción significativa en la tensión arterial sistólica y diastólica, lo que indica una mejoría en las adaptaciones vasculares. También se encuentran reducciones en los niveles de glucosa en ayunas, sugiriendo una mejoría en la sensibilidad a la insulina y en el metabolismo de la glucosa. El efecto sobre la hemoglobina glicosilada no fue significativo en la mayoría de los estudios, sin embargo, un estudio de mayor duración (24 semanas) encuentra una mejoría, por lo que quizás pudiera existir un efecto positivo en intervenciones más a largo plazo que no se encuentra en estudios de menor duración. Adicionalmente, se encuentra una disminución en los niveles de colesterol total y colesterol LDL. En otros parámetros no se hallaron efectos significativos, como en el peso corporal o la circunferencia abdominal.
En conclusión, este meta-análisis sugiere que el consumo regular de cacao, tanto en forma de extracto, como a través de productos de chocolate negro, puede mejorar diferentes aspectos metabólicos y fisiológicos que son relevantes para el riesgo cardiovascular. Un hallazgo interesante es que se observan mayores cambios en personas con un mayor perfil de riesgo cardiometabólico, por ejemplo con hipertensión o diabetes mellitus tipo 2. Dado su bajo coste y la facilidad de implementación en cualquier tipo de dieta, el cacao podría ser una estrategia terapéutica potencialmente útil en la prevención y manejo de distintas condiciones cardiometabólicas. Los autores subrayan ciertas limitaciones en los estudios analizados, tales como la heterogeneidad en el tamaño de las muestras, la duración de las intervenciones o la variabilidad en las dosis y formas de consumo del cacao. Adicionalmente, la falta de un seguimiento a largo plazo limita la solidez de las conclusiones, por lo que futuros estudios deberán centrarse en definir la dosis óptima de cacao en distintas medidas fisiológicas, pero sobre todo evaluar el desarrollo de eventos cardiovasculares y complicaciones clínicas en distintas patologías con seguimientos más a largo plazo. No obstante, los hallazgos de este estudio son compatibles con revisiones sistemáticas sobre consumo de cacao, y con un ensayo clínico reciente de gran tamaño que muestra reducciones en la mortalidad cardiovascular.
Un meta-análisis reciente (Arisi et al., 2024) evaluó los efectos del consumo de cacao en distintos parámetros asociados al riesgo cardiometabólico. Se analizaron 31 ensayos clínicos controlados aleatorizados, con una muestra de casi 2.000 participantes, asignados aleatoriamente a un grupo de intervención que recibió cacao o chocolate con un mínimo de 70% de cacao. Los grupos control tomaron un placebo o un chocolate con menos de 70% de cacao. La duración de las intervenciones osciló entre 4 y 24 semanas, y las dosis empleadas fueron entre 1,4 gr en el caso de algunos extractos de cacao, hasta los 50 gramos diarios en el caso de algunos estudios en los que se ingirió chocolate. Entre las variables estudiadas se incluyeron mediciones antropométricas, tensión arterial, glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada, y lípidos en sangre.
Los resultados mostraron una reducción significativa en la tensión arterial sistólica y diastólica, lo que indica una mejoría en las adaptaciones vasculares. También se encuentran reducciones en los niveles de glucosa en ayunas, sugiriendo una mejoría en la sensibilidad a la insulina y en el metabolismo de la glucosa. El efecto sobre la hemoglobina glicosilada no fue significativo en la mayoría de los estudios, sin embargo, un estudio de mayor duración (24 semanas) encuentra una mejoría, por lo que quizás pudiera existir un efecto positivo en intervenciones más a largo plazo que no se encuentra en estudios de menor duración. Adicionalmente, se encuentra una disminución en los niveles de colesterol total y colesterol LDL. En otros parámetros no se hallaron efectos significativos, como en el peso corporal o la circunferencia abdominal.
En conclusión, este meta-análisis sugiere que el consumo regular de cacao, tanto en forma de extracto, como a través de productos de chocolate negro, puede mejorar diferentes aspectos metabólicos y fisiológicos que son relevantes para el riesgo cardiovascular. Un hallazgo interesante es que se observan mayores cambios en personas con un mayor perfil de riesgo cardiometabólico, por ejemplo con hipertensión o diabetes mellitus tipo 2. Dado su bajo coste y la facilidad de implementación en cualquier tipo de dieta, el cacao podría ser una estrategia terapéutica potencialmente útil en la prevención y manejo de distintas condiciones cardiometabólicas. Los autores subrayan ciertas limitaciones en los estudios analizados, tales como la heterogeneidad en el tamaño de las muestras, la duración de las intervenciones o la variabilidad en las dosis y formas de consumo del cacao. Adicionalmente, la falta de un seguimiento a largo plazo limita la solidez de las conclusiones, por lo que futuros estudios deberán centrarse en definir la dosis óptima de cacao en distintas medidas fisiológicas, pero sobre todo evaluar el desarrollo de eventos cardiovasculares y complicaciones clínicas en distintas patologías con seguimientos más a largo plazo. No obstante, los hallazgos de este estudio son compatibles con revisiones sistemáticas sobre consumo de cacao, y con un ensayo clínico reciente de gran tamaño que muestra reducciones en la mortalidad cardiovascular.
Arisi, T.O.P et al. Effects of Cocoa Consumption on Cardiometabolic Risk Markers: Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Nutrients 2024, 16, 1919. https://doi.org/10.3390/nu16121919
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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