Medicina
Los antidepresivos aumentan el riesgo de suicidio
Un re-análisis de datos proporcionados por la FDA ha revelado una tasa significativamente mayor de intentos de suicidio en los grupos tratados con antidepresivos en comparación con aquellos que recibieron placebo. Específicamente, se encontró que la tasa de intentos de suicidio fue 2,38 veces superior en los usuarios de antidepresivos, lo que corresponde aproximadamente a 413 intentos por cada 100.000 usuarios. Además, al considerar conjuntamente las tasas de suicidios consumados e intentos de suicidio, se observó un incremento de 2,49 veces en comparación con el placebo, lo que se traduce en un aumento absoluto del riesgo del 0.495%, o aproximadamente 495 eventos por cada 100.000 usuarios de antidepresivos.
El enfoque metodológico de este análisis se basó en el número de pacientes asignados aleatoriamente a los grupos de tratamiento en lugar de utilizar años de exposición del paciente (PEY), dado que los PEY pueden no ser adecuados cuando los riesgos asociados, como los eventos suicidas, no se mantienen constantes a lo largo del tiempo. Es bien conocido que los intentos de suicidio suelen ocurrir predominantemente durante las primeras semanas de tratamiento, lo que justifica este enfoque, alineado con las normativas de la FDA y los procedimientos aplicados en sus propias evaluaciones.
Los estudios observacionales que utilizan datos de registros poblacionales han corroborado estos hallazgos, indicando que el riesgo de suicidio es particularmente elevado en las primeras semanas tras el inicio del tratamiento antidepresivo, disminuyendo progresivamente hasta casi desaparecer en ausencia de cambios en la dosis administrada.
En conclusión, los datos presentados en este análisis sugieren que el uso de antidepresivos podría estar asociado con un aumento significativo del riesgo de suicidio en adultos diagnosticados con depresión mayor. Sin embargo, es crucial llevar a cabo investigaciones adicionales que permitan determinar si este riesgo, observado en ensayos clínicos controlados, se mantiene en la práctica clínica diaria, donde la complejidad de los factores individuales y contextuales puede influir en los resultados.
El enfoque metodológico de este análisis se basó en el número de pacientes asignados aleatoriamente a los grupos de tratamiento en lugar de utilizar años de exposición del paciente (PEY), dado que los PEY pueden no ser adecuados cuando los riesgos asociados, como los eventos suicidas, no se mantienen constantes a lo largo del tiempo. Es bien conocido que los intentos de suicidio suelen ocurrir predominantemente durante las primeras semanas de tratamiento, lo que justifica este enfoque, alineado con las normativas de la FDA y los procedimientos aplicados en sus propias evaluaciones.
Los estudios observacionales que utilizan datos de registros poblacionales han corroborado estos hallazgos, indicando que el riesgo de suicidio es particularmente elevado en las primeras semanas tras el inicio del tratamiento antidepresivo, disminuyendo progresivamente hasta casi desaparecer en ausencia de cambios en la dosis administrada.
En conclusión, los datos presentados en este análisis sugieren que el uso de antidepresivos podría estar asociado con un aumento significativo del riesgo de suicidio en adultos diagnosticados con depresión mayor. Sin embargo, es crucial llevar a cabo investigaciones adicionales que permitan determinar si este riesgo, observado en ensayos clínicos controlados, se mantiene en la práctica clínica diaria, donde la complejidad de los factores individuales y contextuales puede influir en los resultados.
Hengartner, M. P., & Plöderl, M. (2019). Newer-generation antidepressants and suicide risk in randomized controlled trials: A re-analysis of the FDA database. Psychotherapy and Psychosomatics, 88(4), 247–248. https://doi.org/10.1159/000501215
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.