Neurociencia y Psicología
Las hormonas sexuales y el rol de género se relacionan con los volúmenes de materia gris en áreas cerebrales
Las diferencias sexuales en la estructura y función del cerebro han sido objeto de debate durante mucho tiempo, ya que se presume que subyacen a las variaciones comportamentales entre hombres y mujeres.
Los volúmenes regionales de materia gris varían con la edad a diferentes tasas en hombres y mujeres, tanto durante el desarrollo como en el envejecimiento. En adultos, los hombres presentan mayores volúmenes de materia gris en el cerebelo y en grupos bilaterales que incluyen el putamen, partes de los hipocampos/parahipocampos y giros fusiformes. Las mujeres, en cambio, muestran mayores volúmenes de materia gris en el polo frontal, el giro frontal medio derecho y el giro frontal inferior derecho.
La relación entre estructura y función cerebral no siempre es lineal, y un mayor volumen en una región específica del cerebro no implica necesariamente un mejor desempeño en tareas relacionadas con dicha área.
Se considera que las diferencias sexuales en la morfología cerebral resultan de los efectos organizativos de las hormonas sexuales durante el desarrollo, tanto prenatal como en la adolescencia. Un estudio reciente de resonancia magnética funcional evaluó la activación cerebral en hombres y mujeres durante el procesamiento de atributos relacionados con el género, encontrando una fuerte activación para los atributos congruentes de género en la amígdala y el putamen.
En esta investigación, se obtuvieron imágenes de resonancia magnética estructural de alta resolución, niveles de hormonas sexuales y autoevaluaciones del rol de género en una muestra de 89 hombres, 89 mujeres en ciclo natural y 60 mujeres usuarias de anticonceptivos orales.
Los resultados mostraron una asociación positiva significativa entre la testosterona y los volúmenes del hipocampo en mujeres, independientemente del uso de anticonceptivos orales. La feminidad autoinformada se asoció positivamente con los volúmenes de materia gris en el giro frontal medio izquierdo en los hombres. Los hombres se autoevaluaron como significativamente más masculinos y menos femeninos que las mujeres, independientemente de su estado hormonal. Las mujeres que tomaban anticonceptivos hormonales se consideraron a sí mismas más femeninas y menos masculinas que las mujeres que no los tomaban. Las usuarias de anticonceptivos orales presentaron volúmenes de materia gris significativamente menores en el parahipocampo derecho y el giro fusiforme, sin diferencias en el volumen general de materia gris respecto a las mujeres en ciclo natural.
Se identificaron interacciones significativas entre el sexo y la testosterona en los hipocampos, atribuyéndose a que la testosterona se relacionó más positivamente con los volúmenes del hipocampo en mujeres que en hombres. Un mayor volumen de materia gris en el giro frontal medio izquierdo se asoció con una mayor feminidad autorreportada tanto en hombres como en mujeres.
En conclusión, la estructura cerebral femenina muestra una mayor relación con los niveles de hormonas sexuales en comparación con la estructura cerebral masculina, mientras que la estructura cerebral masculina se relaciona más estrechamente con los roles de género que la estructura cerebral femenina. Estos hallazgos destacan la compleja interacción entre biología y género en la configuración de la estructura cerebral.
Los volúmenes regionales de materia gris varían con la edad a diferentes tasas en hombres y mujeres, tanto durante el desarrollo como en el envejecimiento. En adultos, los hombres presentan mayores volúmenes de materia gris en el cerebelo y en grupos bilaterales que incluyen el putamen, partes de los hipocampos/parahipocampos y giros fusiformes. Las mujeres, en cambio, muestran mayores volúmenes de materia gris en el polo frontal, el giro frontal medio derecho y el giro frontal inferior derecho.
La relación entre estructura y función cerebral no siempre es lineal, y un mayor volumen en una región específica del cerebro no implica necesariamente un mejor desempeño en tareas relacionadas con dicha área.
Se considera que las diferencias sexuales en la morfología cerebral resultan de los efectos organizativos de las hormonas sexuales durante el desarrollo, tanto prenatal como en la adolescencia. Un estudio reciente de resonancia magnética funcional evaluó la activación cerebral en hombres y mujeres durante el procesamiento de atributos relacionados con el género, encontrando una fuerte activación para los atributos congruentes de género en la amígdala y el putamen.
En esta investigación, se obtuvieron imágenes de resonancia magnética estructural de alta resolución, niveles de hormonas sexuales y autoevaluaciones del rol de género en una muestra de 89 hombres, 89 mujeres en ciclo natural y 60 mujeres usuarias de anticonceptivos orales.
Los resultados mostraron una asociación positiva significativa entre la testosterona y los volúmenes del hipocampo en mujeres, independientemente del uso de anticonceptivos orales. La feminidad autoinformada se asoció positivamente con los volúmenes de materia gris en el giro frontal medio izquierdo en los hombres. Los hombres se autoevaluaron como significativamente más masculinos y menos femeninos que las mujeres, independientemente de su estado hormonal. Las mujeres que tomaban anticonceptivos hormonales se consideraron a sí mismas más femeninas y menos masculinas que las mujeres que no los tomaban. Las usuarias de anticonceptivos orales presentaron volúmenes de materia gris significativamente menores en el parahipocampo derecho y el giro fusiforme, sin diferencias en el volumen general de materia gris respecto a las mujeres en ciclo natural.
Se identificaron interacciones significativas entre el sexo y la testosterona en los hipocampos, atribuyéndose a que la testosterona se relacionó más positivamente con los volúmenes del hipocampo en mujeres que en hombres. Un mayor volumen de materia gris en el giro frontal medio izquierdo se asoció con una mayor feminidad autorreportada tanto en hombres como en mujeres.
En conclusión, la estructura cerebral femenina muestra una mayor relación con los niveles de hormonas sexuales en comparación con la estructura cerebral masculina, mientras que la estructura cerebral masculina se relaciona más estrechamente con los roles de género que la estructura cerebral femenina. Estos hallazgos destacan la compleja interacción entre biología y género en la configuración de la estructura cerebral.
Pletzer, B. (2019). Sex hormones and gender role relate to gray matter volumes in sexually dimorphic brain areas. Frontiers in Neuroscience, 13, 592. https://doi.org/10.3389/fnins.2019.00592
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.