Medicina
El agua embotellada tiene más microplásticos que el agua de grifo
Los microplásticos y nanoplásticos son micropartículas sintéticas producto de la degradación de los plásticos o utilizados como ingredientes en productos de higiene y cosméticos se acumulan en el organismo humano, contaminando masivamente todo el ecosistema. La ingestión de estas partículas plantea riesgos significativos para la salud humana, incluyendo la acumulación de sustancias tóxicas en los tejidos, los cuales pueden producir distintas alteraciones metabólicas.
Un estudio reciente (Gálvez-Blanca et al., 2024) examinó la presencia de microplásticos y fibras de celulosa artificial en agua embotellada. Se seleccionaron cinco marcas líderes de agua embotellada sin gas en España, que representan el 40% del mercado. Las partículas sospechosas de ser contaminantes fueron analizadas y clasificadas utilizando espectroscopía infrarroja.
Los resultados del estudio revelaron un total de 1.480 partículas potencialmente antropogénicas, de las cuales 81 fueron identificadas como microplásticos, incluyendo 29 fibras, 51 fragmentos y 1 película. Los microplásticos más comúnmente hallados fueron poliéster, polietileno, poliamida, poliestireno, polipropileno y polisiloxano. Particularmente se hallaron mayores cantidades de poliéster y polietileno, coincidiendo con los materiales de las botellas y tapas. Además, se descubrió que las poliolefinas eran comunes en las botellas de vidrio, posiblemente debido a la abrasión de la tapa. Además, se hallaron 180 fibras de celulosa artificial de diversos colores, indicando un origen textil, además de partículas de carbonato de calcio. La composición de las 228 partículas restantes no pudo ser evaluada de forma concluyente. Se observó que el agua embotellada contiene una mayor cantidad de microplásticos y fibras de celulosa en comparación con los suministros de agua municipales. Estos hallazgos destacan que el agua del grifo exhibe concentraciones considerablemente más bajas de microplásticos en comparación con el agua embotellada.
En conclusión, el agua embotellada contiene microplásticos y partículas celulósicas artificiales. Aunque los niveles de microplásticos son bajos, debe considerarse la posible presencia de partículas no detectadas, los efectos acumulativos en el tiempo, y la ubicuidad de la exposición ambiental. Adicionalmente, el agua municipal presenta menores niveles de microplásticos y otros contaminantes, siendo una opción más ecológica y económica que el agua embotellada. El impacto a largo plazo de estos contaminantes requiere de un mayor número de investigaciones.
Un estudio reciente (Gálvez-Blanca et al., 2024) examinó la presencia de microplásticos y fibras de celulosa artificial en agua embotellada. Se seleccionaron cinco marcas líderes de agua embotellada sin gas en España, que representan el 40% del mercado. Las partículas sospechosas de ser contaminantes fueron analizadas y clasificadas utilizando espectroscopía infrarroja.
Los resultados del estudio revelaron un total de 1.480 partículas potencialmente antropogénicas, de las cuales 81 fueron identificadas como microplásticos, incluyendo 29 fibras, 51 fragmentos y 1 película. Los microplásticos más comúnmente hallados fueron poliéster, polietileno, poliamida, poliestireno, polipropileno y polisiloxano. Particularmente se hallaron mayores cantidades de poliéster y polietileno, coincidiendo con los materiales de las botellas y tapas. Además, se descubrió que las poliolefinas eran comunes en las botellas de vidrio, posiblemente debido a la abrasión de la tapa. Además, se hallaron 180 fibras de celulosa artificial de diversos colores, indicando un origen textil, además de partículas de carbonato de calcio. La composición de las 228 partículas restantes no pudo ser evaluada de forma concluyente. Se observó que el agua embotellada contiene una mayor cantidad de microplásticos y fibras de celulosa en comparación con los suministros de agua municipales. Estos hallazgos destacan que el agua del grifo exhibe concentraciones considerablemente más bajas de microplásticos en comparación con el agua embotellada.
En conclusión, el agua embotellada contiene microplásticos y partículas celulósicas artificiales. Aunque los niveles de microplásticos son bajos, debe considerarse la posible presencia de partículas no detectadas, los efectos acumulativos en el tiempo, y la ubicuidad de la exposición ambiental. Adicionalmente, el agua municipal presenta menores niveles de microplásticos y otros contaminantes, siendo una opción más ecológica y económica que el agua embotellada. El impacto a largo plazo de estos contaminantes requiere de un mayor número de investigaciones.
Gálvez-Blanca, V., Edo, C., González-Pleiter, M., Fernández-Piñas, F., Leganés, F., & Rosal, R. (2024). Microplastics and non-natural cellulosic particles in Spanish bottled drinking water. Scientific Reports, 14, 11089. https://doi.org/10.1038/s41598-024-62075-2
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.