Nutrición
Los suplementos de omega 3 no disminuyen la mortalidad cardiovascular, el pescado sin evidencia en estudios controlados
Investigaciones previas han sugerido que la suplementación con ácidos grasos Omega-3 provenientes del pescado, específicamente EPA y DHA, así como aquellos derivados de plantas, como el ALA, tiene beneficios para la salud cardiovascular.
Las recomendaciones dietéticas tradicionalmente se han centrado en incrementar la ingesta de alimentos ricos en Omega-3 y, en ocasiones, en la suplementación con estos ácidos grasos. Sin embargo, la evidencia más reciente no respalda firmemente esta postura.
En una revisión exhaustiva que incluyó 79 ensayos controlados, se evaluaron la suplementación con Omega-3, alimentos enriquecidos con estos ácidos grasos y alimentos naturalmente ricos en Omega-3, comparándolos con placebo o dietas inusuales. Es importante destacar que solo 25 de estos ensayos presentaban un bajo riesgo de sesgo, lo que sugiere que muchos de los estudios que indicaban asociaciones positivas a favor de la suplementación podrían estar influenciados por intereses particulares.
Los resultados de esta revisión indican que no existe evidencia significativa de que los ácidos grasos Omega-3 reduzcan la mortalidad, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad coronaria o las arritmias. Sin embargo, se observó una ligera evidencia de protección asociada con el ALA en la reducción del número de infartos.
En conclusión, aunque los ácidos grasos Omega-3 han sido ampliamente promovidos por sus supuestos beneficios cardiovasculares, la evidencia actual sugiere que estos beneficios pueden no ser tan robustos como se pensaba inicialmente. La protección observada con el ALA requiere investigaciones adicionales para confirmar su efectividad y entender mejor los mecanismos involucrados.
Las recomendaciones dietéticas tradicionalmente se han centrado en incrementar la ingesta de alimentos ricos en Omega-3 y, en ocasiones, en la suplementación con estos ácidos grasos. Sin embargo, la evidencia más reciente no respalda firmemente esta postura.
En una revisión exhaustiva que incluyó 79 ensayos controlados, se evaluaron la suplementación con Omega-3, alimentos enriquecidos con estos ácidos grasos y alimentos naturalmente ricos en Omega-3, comparándolos con placebo o dietas inusuales. Es importante destacar que solo 25 de estos ensayos presentaban un bajo riesgo de sesgo, lo que sugiere que muchos de los estudios que indicaban asociaciones positivas a favor de la suplementación podrían estar influenciados por intereses particulares.
Los resultados de esta revisión indican que no existe evidencia significativa de que los ácidos grasos Omega-3 reduzcan la mortalidad, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad coronaria o las arritmias. Sin embargo, se observó una ligera evidencia de protección asociada con el ALA en la reducción del número de infartos.
En conclusión, aunque los ácidos grasos Omega-3 han sido ampliamente promovidos por sus supuestos beneficios cardiovasculares, la evidencia actual sugiere que estos beneficios pueden no ser tan robustos como se pensaba inicialmente. La protección observada con el ALA requiere investigaciones adicionales para confirmar su efectividad y entender mejor los mecanismos involucrados.
Abdelhamid AS, Brown TJ, Brainard JS, Biswas P, Thorpe GC, Moore HJ, Deane KHO, Summerbell CD, Worthington HV, Song F, Hooper L. Omega-3 fatty acids for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease. Cochrane Database of Systematic Reviews 2020, Issue 3. Art. No.: CD003177. DOI: 10.1002/14651858.CD003177.pub5
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.