Medicina
Un fármaco para la diabetes podría reducir la progresión de la enfermedad de Parkinson
Los tratamientos actuales para el Parkinson se centran en aliviar los síntomas motores mediante terapias dopaminérgicas, con limitados efectos sobre la progresión de la enfermedad. Estudios epidemiológicos han asociado la diabetes tipo 2 con un mayor riesgo de Parkinson, relacionando la acumulación de alfa-sinucleína con la resistencia a la insulina. Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), como la lixisenatida, han surgido como posibles terapias al estimular la secreción de insulina y ofrecer potencialmente efectos neuroprotectores en diferentes enfermedades neurodegenerativas.
Un ensayo clínico en fase 2 (Wassilios et al., 2024) investigó el efecto de la lixisenatida como adyuvante al tratamiento estándar en pacientes con enfermedad de Parkinson temprana. Se reclutaron 156 participantes en Francia, de entre 40 y 75 años de edad, todos diagnosticados en los últimos 3 años y bajo tratamiento estable con medicación dopaminérgica. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir lixisenatida subcutánea (n= 78) o placebo (n=78) durante 12 meses, además de su medicación habitual.
Todos recibieron instrucciones para autoinyectarse lixisenatida o placebo 15 minutos antes de la cena diariamente. Las dosis de la terapia estándar se mantuvieron estables durante todo el ensayo, salvo ajustes necesarios. A lo largo del estudio, se realizaron evaluaciones clínicas en varias visitas, utilizando herramientas como la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (MDS-UPDRS) y otros cuestionarios para la valoración de síntomas motores y no motores. Las concentraciones de insulina y glucosa en ayunas se midieron al inicio, y a los 6 y 12 meses.
Los resultados mostraron un efecto positivo de la lixisenatida sobre los síntomas motores, reflejado en una diferencia de tres puntos en la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (MDS-UPDRS parte III) entre los grupos. Esta diferencia fue principalmente atribuible al empeoramiento de los síntomas motores en el grupo placebo. No se observó un efecto significativo del fármaco en otros aspectos de la enfermedad, y el análisis posterior de subgrupos sugiere que la lixisenatida podría ser más efectiva en pacientes menores de 60 años. Más del 50% de los participantes que recibieron lixisenatida experimentaron efectos secundarios gastrointestinales, algunos de los cuales resultaron en pérdida de peso y en la reducción de la dosis del fármaco.
En conclusión, la lixisenatida mostró una reducción modesta en la progresión de la discapacidad motora en pacientes con Parkinson temprano, que podría ser más relevante a más largo plazo. Ensayos clínicos adicionales más extensos y de mayor duración evaluarán de manera más completa la eficacia y seguridad de la lixisenatida en diferentes etapas de la enfermedad de Parkinson.
Un ensayo clínico en fase 2 (Wassilios et al., 2024) investigó el efecto de la lixisenatida como adyuvante al tratamiento estándar en pacientes con enfermedad de Parkinson temprana. Se reclutaron 156 participantes en Francia, de entre 40 y 75 años de edad, todos diagnosticados en los últimos 3 años y bajo tratamiento estable con medicación dopaminérgica. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir lixisenatida subcutánea (n= 78) o placebo (n=78) durante 12 meses, además de su medicación habitual.
Todos recibieron instrucciones para autoinyectarse lixisenatida o placebo 15 minutos antes de la cena diariamente. Las dosis de la terapia estándar se mantuvieron estables durante todo el ensayo, salvo ajustes necesarios. A lo largo del estudio, se realizaron evaluaciones clínicas en varias visitas, utilizando herramientas como la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (MDS-UPDRS) y otros cuestionarios para la valoración de síntomas motores y no motores. Las concentraciones de insulina y glucosa en ayunas se midieron al inicio, y a los 6 y 12 meses.
Los resultados mostraron un efecto positivo de la lixisenatida sobre los síntomas motores, reflejado en una diferencia de tres puntos en la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (MDS-UPDRS parte III) entre los grupos. Esta diferencia fue principalmente atribuible al empeoramiento de los síntomas motores en el grupo placebo. No se observó un efecto significativo del fármaco en otros aspectos de la enfermedad, y el análisis posterior de subgrupos sugiere que la lixisenatida podría ser más efectiva en pacientes menores de 60 años. Más del 50% de los participantes que recibieron lixisenatida experimentaron efectos secundarios gastrointestinales, algunos de los cuales resultaron en pérdida de peso y en la reducción de la dosis del fármaco.
En conclusión, la lixisenatida mostró una reducción modesta en la progresión de la discapacidad motora en pacientes con Parkinson temprano, que podría ser más relevante a más largo plazo. Ensayos clínicos adicionales más extensos y de mayor duración evaluarán de manera más completa la eficacia y seguridad de la lixisenatida en diferentes etapas de la enfermedad de Parkinson.
Wassilios G. Meissner et al, Trial of Lixisenatide in Early Parkinson's Disease, New England Journal of Medicine (2024). DOI: 10.1056/NEJMoa2312323
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.