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Friedrich Nietzsche. Ecce Homo.
El Ecce Homo es un repaso de la vida y obras de Nietzsche (1844-1900), un autor oscuro de inquietantes afirmaciones, las cuales son inquietantes por el mismo hecho de que muchos de los aspectos que expone no son carentes de razón. Nietzsche es un autor que se define como trágico, lo cual no significa pesimista, pues abraza con entusiasmo el porvenir tal como es, en un eterno retorno.
Como uno llega a ser lo que se es
La obra maestra de la autoconservación, el egoísmo, debe tener un sentido de autodisciplina, y estar libre de imperativos. El llegar a ser lo que se es implica que uno no sabe lo que es anteriormente. Las torpezas, los errores y la seriedad malgastada en ir "más allá" de las cosas han tenido valor en llegar a ser lo que se es. Incluso aquí Nietzsche encuentra utilidad a la moral que empequeñece, la "moral desinteresada" gregaria y esclava. Deben desarrollarse las facultades servidoras para que se geste el sentido, la idea organizadora de los fines. La reevaluación de los valores necesita que confluyan orientaciones opuestas para su desarrollo, y debe suceder en el momento justo en el que la persona está preparada para tal crecimiento. Más que un conflicto, hay una oportunidad de superación entre opuestos. "Es la certeza, no la duda, lo que enloquece".
"Todas mis fuerzas aparecieron de pronto ya maduras". Nietzsche no desea, quiere o busca, sino que permanece en calma mientras todo surge en el momento oportuno. "No deseo que algo se torne diferente de lo que es". Aquí vemos influencia budista y estoica en Nietzsche. No se ha "afanado por poseer honores, mujeres, o dinero", y sin embargo, "no es que haya carecido de ellos". Nutrición, lugar, clima, esparcimiento, son más importantes que cualquier otra cosa, en un egoísmo que no responde a impulsos, autosatisfacciones hedonistas ni vanidades, sino que busca instintos sanos mientras espera que acontezca el desarrollo. "Me dejo llevar por el azar, debo estar despreocupado para ser dueño de mí". Friedrich conoce el camino recorrido "el odio a la humanidad, a la gentuza, siempre ha sido mi máximo peligro".
Übermensch: el superhombre
Un aspecto clave del pensamiento de Nietzsche es su critica la sobrevaloración de la bondad y la compasión. La orientación al prójimo del cristianismo es el principal blanco de su crítica. El ideal para Nietzsche ha privado al hombre de su florecimiento, y su derecho al porvenir. Nitzsche contrapone la moral de los señores, orgullo y fe en si mismos, y la moral de esclavos, basada en la mansedumbre y la obediencia "negar y destruir son condiciones de decir sí". La verdadera oposición de la vida no es entre optimistas y pesimistas, sino entre la vida y la idea. El ideal es la aspiración del débil, quien necesita huir de la realidad. Los décadents necesitan la mentira. Sin embargo no se refiere Nietzsche a la religión exclusivamente, viendo el socialismo como una religión de mártires buscando un paraíso materialista bajo una autoridad mesiánica. Creer en el ideal no es para Nietzsche ceguera, sino cobardía. "Todo paso adelante en el conocimiento procede del coraje". Debe alcanzarse la virtud al estilo renacentista, sin moralina. Donde hay un mito, Nietzsche ve nihilismo. El superhombre de Nietzsche necesita sacrificar a los héroes.
Zaratustra es el aniquilador de la moral, no debe entenderse el superhéroe como un nuevo mito. El superhombre es opuesto al cristiano, al nihilista, y al hombre moderno. "Es necesario no haber sido complaciente con uno mismo, ser duro de hábitos para sentirse alegre y de buen humor entre verdades ásperas". El gusto es un instinto de autodefensa que protege a la persona de la fuerza desperdiciada diciendo no a lo negativo, algo que generaría apatía y agotamiento. Por tanto el gusto hace alejarse de aquello negativo en primer lugar, incluídas las personas que convertirían en un mero reactivo, y no en alguien que se relaciona con la libertad debida. El superhombre debe imponer su propio sistema de valores y su voluntad de poder.
Amor fati
El amor fati nietzscheano puede traducirse como "amor al destino". Describe una actitud hacia la vida, incluida la destrucción y el sufrimiento, como bueno, o algo necesario. Nietzsche vaticina que pronto iban a llegar las guerras más cruentas que haya conocido el hombre, en el albor de la Belle Époque. Se llamó a Nietzsche Darwinista, y se le ha acusado de ser una inspiración entre los nazis:
"La cría selectiva de la humanidad, incluida el exterminio forzoso de todo lo degenerado y parasitario".
"El goce eterno del devenir que también incluye el placer de la destrucción".
"Una parte decisiva de las condiciones previas para una tarea dionisíaca es la dureza del martillo y el placer de aniquilar".
"Yo soy el primer inmoralista y el destructor par excellence".
Parece que la hermana de Nietzsche trató de hacer ver en la obra de su hermano el ideal nazi, generando interpretaciones afines al Reich. Sin embargo, el propio Nietzsche no desperdicia oportunidad a lo largo de sus escritos para recordarle a los alemanes su vulgaridad, e incluso separarse de ellos recordando constantemente que su sangre es polaca, o haciendo mención a la superioridad cultural francesa o turinesa respecto a la alemana. En algún momento halaga a Napoleón y critica a los alemanes por impedir su triunfo sobre Europa.
Cientificismo
Vemos en Nietzsche una crítica a la racionalidad, en un sentido evidentemente diferente al movimiento romántico, que proseguiría la escuela de Fránkfurt. "¡La racionalidad al precio que sea, como violencia peligrosa que carcome la vida!".
Encontramos en Nietsche uno de los primeros críticos del ideal cientifista, elevado a dogma y mito teleológico que promete el nuevo paraíso. "El cultivo moderno de la ciencia embrutece", convertido en el nuevo ídolo de adoración de masas que diferencia a las personas respetables y señala al hereje o "negacionista" que se atreva a cuestionar. "Obstinados necios, bufones de las ideas "modernas". "Todos ellos creen en el ideal". Nietzsche ve de hecho en la interpretación mecanicista del mundo una pérdida de sentido de la vida, conducente igualmente al nihilismo y a la visible alienación de las personas de nuestro tiempo.
Con la iconografía pop en torno a Hitler, se pone un manto al incómodo origen de la eugenesia en el círculo científico, racional y progresista (por ejemplo ver Reilly, Eugenics and Involuntary Sterilization: 1907-2015). El cientificismo conduce inevitablemente al nihilismo, y a la atrofia vital en la cual, ya lo observamos, el ser humano es una mera marioneta de los artilugios mecánicos.
Conclusión
Es clara la influencia que Spinoza tuvo en Nietzsche, quien oponía al valor moral de la autonegación, el valor moral de aquello que potencia al individuo (en el caso de Spinoza el deseo guiado por la razón). La mayor diferencia quizás es que Nietzsche abraza decididamente la tragedia como parte del destino del eterno retorno. Igualmente, es visible la influencia que Nietzsche tuvo en Foucault, y la visible evasión de éste último de todo punto de referencia moral sobre el cuerpo, así como en su crítica al cientifismo como discurso cuya finalidad es el control biopolítico de los cuerpos. El Ecce Homo es la obra más accesible de Nietzsche, aunque no sencilla si uno no está familiarizado previamente con la filosofía y el pensamiento del autor. ¿Qué vemos en Nietzsche?. Una persona distante, oscura, arrogante... sin embargo su oscuridad es fuente de luz, y mucho de lo que describe conduce a reflexiones profundas. No es de extrañar que entusiasmara a Freud. Comienza Friedrich avisando que sus infortunios no han venido de la mala voluntad, sino de la buena voluntad. Por eso desconfía de la voluntad altruista. La literatura científica sobre cooperación, sesgos cognitivos y autoengaño nos permite ver que la intuición de Nietzsche respecto a la cara amable con la que educadamente se esconden las falsedades cotidianas no es un simple ejercicio de cinismo, sino algo muy real.
¡Los hombres buenos jamás dicen la verdad!. Friedrich Nietzsche.
Citar como: Bordallo. A. Revisión de Ecce Homo, de Friedrich Nietzsche. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_ecce_homo_nietzsche
Copyright© ICNS Instituto
Como uno llega a ser lo que se es
La obra maestra de la autoconservación, el egoísmo, debe tener un sentido de autodisciplina, y estar libre de imperativos. El llegar a ser lo que se es implica que uno no sabe lo que es anteriormente. Las torpezas, los errores y la seriedad malgastada en ir "más allá" de las cosas han tenido valor en llegar a ser lo que se es. Incluso aquí Nietzsche encuentra utilidad a la moral que empequeñece, la "moral desinteresada" gregaria y esclava. Deben desarrollarse las facultades servidoras para que se geste el sentido, la idea organizadora de los fines. La reevaluación de los valores necesita que confluyan orientaciones opuestas para su desarrollo, y debe suceder en el momento justo en el que la persona está preparada para tal crecimiento. Más que un conflicto, hay una oportunidad de superación entre opuestos. "Es la certeza, no la duda, lo que enloquece".
"Todas mis fuerzas aparecieron de pronto ya maduras". Nietzsche no desea, quiere o busca, sino que permanece en calma mientras todo surge en el momento oportuno. "No deseo que algo se torne diferente de lo que es". Aquí vemos influencia budista y estoica en Nietzsche. No se ha "afanado por poseer honores, mujeres, o dinero", y sin embargo, "no es que haya carecido de ellos". Nutrición, lugar, clima, esparcimiento, son más importantes que cualquier otra cosa, en un egoísmo que no responde a impulsos, autosatisfacciones hedonistas ni vanidades, sino que busca instintos sanos mientras espera que acontezca el desarrollo. "Me dejo llevar por el azar, debo estar despreocupado para ser dueño de mí". Friedrich conoce el camino recorrido "el odio a la humanidad, a la gentuza, siempre ha sido mi máximo peligro".
Übermensch: el superhombre
Un aspecto clave del pensamiento de Nietzsche es su critica la sobrevaloración de la bondad y la compasión. La orientación al prójimo del cristianismo es el principal blanco de su crítica. El ideal para Nietzsche ha privado al hombre de su florecimiento, y su derecho al porvenir. Nitzsche contrapone la moral de los señores, orgullo y fe en si mismos, y la moral de esclavos, basada en la mansedumbre y la obediencia "negar y destruir son condiciones de decir sí". La verdadera oposición de la vida no es entre optimistas y pesimistas, sino entre la vida y la idea. El ideal es la aspiración del débil, quien necesita huir de la realidad. Los décadents necesitan la mentira. Sin embargo no se refiere Nietzsche a la religión exclusivamente, viendo el socialismo como una religión de mártires buscando un paraíso materialista bajo una autoridad mesiánica. Creer en el ideal no es para Nietzsche ceguera, sino cobardía. "Todo paso adelante en el conocimiento procede del coraje". Debe alcanzarse la virtud al estilo renacentista, sin moralina. Donde hay un mito, Nietzsche ve nihilismo. El superhombre de Nietzsche necesita sacrificar a los héroes.
Zaratustra es el aniquilador de la moral, no debe entenderse el superhéroe como un nuevo mito. El superhombre es opuesto al cristiano, al nihilista, y al hombre moderno. "Es necesario no haber sido complaciente con uno mismo, ser duro de hábitos para sentirse alegre y de buen humor entre verdades ásperas". El gusto es un instinto de autodefensa que protege a la persona de la fuerza desperdiciada diciendo no a lo negativo, algo que generaría apatía y agotamiento. Por tanto el gusto hace alejarse de aquello negativo en primer lugar, incluídas las personas que convertirían en un mero reactivo, y no en alguien que se relaciona con la libertad debida. El superhombre debe imponer su propio sistema de valores y su voluntad de poder.
Amor fati
El amor fati nietzscheano puede traducirse como "amor al destino". Describe una actitud hacia la vida, incluida la destrucción y el sufrimiento, como bueno, o algo necesario. Nietzsche vaticina que pronto iban a llegar las guerras más cruentas que haya conocido el hombre, en el albor de la Belle Époque. Se llamó a Nietzsche Darwinista, y se le ha acusado de ser una inspiración entre los nazis:
"La cría selectiva de la humanidad, incluida el exterminio forzoso de todo lo degenerado y parasitario".
"El goce eterno del devenir que también incluye el placer de la destrucción".
"Una parte decisiva de las condiciones previas para una tarea dionisíaca es la dureza del martillo y el placer de aniquilar".
"Yo soy el primer inmoralista y el destructor par excellence".
Parece que la hermana de Nietzsche trató de hacer ver en la obra de su hermano el ideal nazi, generando interpretaciones afines al Reich. Sin embargo, el propio Nietzsche no desperdicia oportunidad a lo largo de sus escritos para recordarle a los alemanes su vulgaridad, e incluso separarse de ellos recordando constantemente que su sangre es polaca, o haciendo mención a la superioridad cultural francesa o turinesa respecto a la alemana. En algún momento halaga a Napoleón y critica a los alemanes por impedir su triunfo sobre Europa.
Cientificismo
Vemos en Nietzsche una crítica a la racionalidad, en un sentido evidentemente diferente al movimiento romántico, que proseguiría la escuela de Fránkfurt. "¡La racionalidad al precio que sea, como violencia peligrosa que carcome la vida!".
Encontramos en Nietsche uno de los primeros críticos del ideal cientifista, elevado a dogma y mito teleológico que promete el nuevo paraíso. "El cultivo moderno de la ciencia embrutece", convertido en el nuevo ídolo de adoración de masas que diferencia a las personas respetables y señala al hereje o "negacionista" que se atreva a cuestionar. "Obstinados necios, bufones de las ideas "modernas". "Todos ellos creen en el ideal". Nietzsche ve de hecho en la interpretación mecanicista del mundo una pérdida de sentido de la vida, conducente igualmente al nihilismo y a la visible alienación de las personas de nuestro tiempo.
Con la iconografía pop en torno a Hitler, se pone un manto al incómodo origen de la eugenesia en el círculo científico, racional y progresista (por ejemplo ver Reilly, Eugenics and Involuntary Sterilization: 1907-2015). El cientificismo conduce inevitablemente al nihilismo, y a la atrofia vital en la cual, ya lo observamos, el ser humano es una mera marioneta de los artilugios mecánicos.
Conclusión
Es clara la influencia que Spinoza tuvo en Nietzsche, quien oponía al valor moral de la autonegación, el valor moral de aquello que potencia al individuo (en el caso de Spinoza el deseo guiado por la razón). La mayor diferencia quizás es que Nietzsche abraza decididamente la tragedia como parte del destino del eterno retorno. Igualmente, es visible la influencia que Nietzsche tuvo en Foucault, y la visible evasión de éste último de todo punto de referencia moral sobre el cuerpo, así como en su crítica al cientifismo como discurso cuya finalidad es el control biopolítico de los cuerpos. El Ecce Homo es la obra más accesible de Nietzsche, aunque no sencilla si uno no está familiarizado previamente con la filosofía y el pensamiento del autor. ¿Qué vemos en Nietzsche?. Una persona distante, oscura, arrogante... sin embargo su oscuridad es fuente de luz, y mucho de lo que describe conduce a reflexiones profundas. No es de extrañar que entusiasmara a Freud. Comienza Friedrich avisando que sus infortunios no han venido de la mala voluntad, sino de la buena voluntad. Por eso desconfía de la voluntad altruista. La literatura científica sobre cooperación, sesgos cognitivos y autoengaño nos permite ver que la intuición de Nietzsche respecto a la cara amable con la que educadamente se esconden las falsedades cotidianas no es un simple ejercicio de cinismo, sino algo muy real.
¡Los hombres buenos jamás dicen la verdad!. Friedrich Nietzsche.
Citar como: Bordallo. A. Revisión de Ecce Homo, de Friedrich Nietzsche. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_ecce_homo_nietzsche
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