Actividad física
Subir un pequeño número de escaleras reduce el riesgo cardiovascular de forma eficiente
La enfermedad cardiovascular representa una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. La incorporación de actividad física regular desempeña un papel crucial en su prevención, y una actividad tan sencilla como subir escaleras regularmente puede ofrecer beneficios cardiovasculares significativos, mejorando la capacidad cardiovascular, reduciendo la presión arterial y favoreciendo la integridad de los vasos sanguíneos.
Un estudio prospectivo (Song et al., 2023) evaluó la relación entre la frecuencia del uso de escaleras y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Se obtuvieron datos de más de 450.000 participantes del Biobanco del Reino Unido, con edades comprendidas entre 38 y 73 años. La información recopilada incluyó antecedentes médicos, factores sociodemográficos, hábitos de vida y niveles de actividad física, y se consideraron medidas fisiológicas, antropométricas, biomarcadores de interés, además de utilizar puntuaciones de riesgo genético y antecedentes familiares, calculando el riesgo a 10 años. Los casos de enfermedades cardiovasculares se registraron utilizando los registros nacionales de mortalidad de Inglaterra, Escocia, y Gales.
Tras un seguimiento promedio mayor a una década, los resultados muestran que, en comparación con aquellos que no subían escaleras, los individuos que suben más de cinco tramos de escaleras al día (unos 50 escalones), muestran un riesgo 20% menor de desarrollar un evento cardiovascular, independientemente de la susceptibilidad genética. Se encontraron beneficios más pronunciados en personas que subían entre 11 y 20 tramos de escaleras al día, no encontrándose un beneficio por encima de este numero. La relación preventiva fue consistente para las distintas patologías.
Se observó una reducción del riesgo más pronunciada en mujeres, fumadores actuales o aquellos con hipertensión prevalente entre otros. En personas con alta susceptibilidad genética, subir escaleras también se asoció con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Los participantes con antecedentes familiares mostraron mayor beneficio en un mayor número de tramos. Por su parte, dejar de subir escaleras se relacionó con un incremento del 32% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, subrayando la importancia de mantener una actividad física constante para una protección continua. Aquellos que no subían escaleras o subían pocas tenían más probabilidades de ser mayores, con un nivel socioeducativo menor, abusar del alcohol, seguir dietas poco saludables y tener antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, o cual les confería un mayor riesgo de desarrollar estas patologías.
Subir escaleras por tanto puede reportar un alto beneficio en poco tiempo, simplemente con las oportunidades diarias de subir escaleras (en la calle, en el piso, etc). Esta actividad tiene algunas ventajas respecto a simplemente caminar, favoreciendo el sistema vascular con este bombeo contra la resistencia del cuerpo, y aportando una mayor intensidad a nivel cardiorrespiratorio que caminar. También implica levantar peso corporal trabajando la fuerza en miembros inferiores, estimulando en mayor medida la síntesis protéica en distintos músculos de los miembros inferiores, ayudando a preservar la funcionalidad diaria favoreciendo la propia actividad cotidiana.
En conclusión, este estudio sugiere que subir escaleras diariamente es una estrategia efectiva para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular en individuos con diferentes niveles de susceptibilidad. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantenerse físicamente activo y señalan el uso de escaleras como una intervención de salud pública efectiva, accesible, de bajo esfuerzo, y de bajo coste. Implementar políticas que fomenten el uso de escaleras y diseñar espacios públicos que faciliten su uso podría constituir una estrategia accesible y eficaz para la prevención primaria en la población general.
Un estudio prospectivo (Song et al., 2023) evaluó la relación entre la frecuencia del uso de escaleras y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Se obtuvieron datos de más de 450.000 participantes del Biobanco del Reino Unido, con edades comprendidas entre 38 y 73 años. La información recopilada incluyó antecedentes médicos, factores sociodemográficos, hábitos de vida y niveles de actividad física, y se consideraron medidas fisiológicas, antropométricas, biomarcadores de interés, además de utilizar puntuaciones de riesgo genético y antecedentes familiares, calculando el riesgo a 10 años. Los casos de enfermedades cardiovasculares se registraron utilizando los registros nacionales de mortalidad de Inglaterra, Escocia, y Gales.
Tras un seguimiento promedio mayor a una década, los resultados muestran que, en comparación con aquellos que no subían escaleras, los individuos que suben más de cinco tramos de escaleras al día (unos 50 escalones), muestran un riesgo 20% menor de desarrollar un evento cardiovascular, independientemente de la susceptibilidad genética. Se encontraron beneficios más pronunciados en personas que subían entre 11 y 20 tramos de escaleras al día, no encontrándose un beneficio por encima de este numero. La relación preventiva fue consistente para las distintas patologías.
Se observó una reducción del riesgo más pronunciada en mujeres, fumadores actuales o aquellos con hipertensión prevalente entre otros. En personas con alta susceptibilidad genética, subir escaleras también se asoció con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Los participantes con antecedentes familiares mostraron mayor beneficio en un mayor número de tramos. Por su parte, dejar de subir escaleras se relacionó con un incremento del 32% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, subrayando la importancia de mantener una actividad física constante para una protección continua. Aquellos que no subían escaleras o subían pocas tenían más probabilidades de ser mayores, con un nivel socioeducativo menor, abusar del alcohol, seguir dietas poco saludables y tener antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, o cual les confería un mayor riesgo de desarrollar estas patologías.
Subir escaleras por tanto puede reportar un alto beneficio en poco tiempo, simplemente con las oportunidades diarias de subir escaleras (en la calle, en el piso, etc). Esta actividad tiene algunas ventajas respecto a simplemente caminar, favoreciendo el sistema vascular con este bombeo contra la resistencia del cuerpo, y aportando una mayor intensidad a nivel cardiorrespiratorio que caminar. También implica levantar peso corporal trabajando la fuerza en miembros inferiores, estimulando en mayor medida la síntesis protéica en distintos músculos de los miembros inferiores, ayudando a preservar la funcionalidad diaria favoreciendo la propia actividad cotidiana.
En conclusión, este estudio sugiere que subir escaleras diariamente es una estrategia efectiva para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular en individuos con diferentes niveles de susceptibilidad. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantenerse físicamente activo y señalan el uso de escaleras como una intervención de salud pública efectiva, accesible, de bajo esfuerzo, y de bajo coste. Implementar políticas que fomenten el uso de escaleras y diseñar espacios públicos que faciliten su uso podría constituir una estrategia accesible y eficaz para la prevención primaria en la población general.
Song, Z et al. (2023). Daily stair climbing, disease susceptibility, and risk of atherosclerotic cardiovascular disease: A prospective cohort study. Atherosclerosis, 386, 117300. https://doi.org/10.1016/j.atherosclerosis.2023.117300
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.