Medicina
Patrones de sueño irregulares se asocian con anomalías metabólicas
Un reciente estudio prospectivo (MESA) evaluó la relación entre patrones de sueño irregulares, un posible indicador de alteraciones circadianas, y anomalías metabólicas. La investigación incluyó a 2.003 hombres y mujeres de entre 45 y 84 años, con un seguimiento durante un período de 6,3 años.
Para asegurar una medición precisa de la duración y calidad del sueño, los participantes usaron un actígrafo de muñeca durante siete días consecutivos. Complementariamente, se les pidió mantener un diario de sueño y responder a cuestionarios estandarizados sobre sus hábitos de sueño y otros factores relacionados con su estilo de vida y salud.
Los resultados del seguimiento indicaron que las variaciones en la duración del sueño y la hora de acostarse precedieron al desarrollo de disfunciones metabólicas, sugiriendo una posible relación causal entre el sueño irregular y estos problemas de salud. Se observó que los individuos con mayores variaciones en la hora de acostarse y en la duración del sueño presentaban una mayor prevalencia de problemas metabólicos. Estos individuos eran, con mayor frecuencia, trabajadores en turnos nocturnos, fumadores, y mostraban una menor duración de sueño, mayores síntomas depresivos, mayor ingesta calórica total y un índice de apnea del sueño más elevado.
La variabilidad en la duración del sueño se asoció con todos los componentes del síndrome metabólico, excepto con la presión arterial alta. Por otro lado, la variabilidad en la hora de acostarse se relacionó con obesidad central, niveles bajos de colesterol HDL y niveles elevados de glucosa en ayunas. Específicamente, cada aumento de una hora en la variabilidad de la duración del sueño se asoció con un 27% más de probabilidad de desarrollar síndrome metabólico, mientras que cada incremento de una hora en la variabilidad de la hora de acostarse se relacionó con un 23% más de probabilidad. Además, un aumento de una hora en la variabilidad del sueño casi duplicó las probabilidades de presentar múltiples anomalías metabólicas.
En conclusión, este estudio proporciona evidencia significativa que apoya la existencia de un vínculo entre los patrones de sueño irregulares y la disfunción metabólica. Estos hallazgos resaltan la importancia de mantener un patrón de sueño regular para prevenir la aparición de problemas metabólicos, sugiriendo la necesidad de intervenciones específicas que promuevan la regularidad del sueño como una estrategia efectiva de salud pública.
Para asegurar una medición precisa de la duración y calidad del sueño, los participantes usaron un actígrafo de muñeca durante siete días consecutivos. Complementariamente, se les pidió mantener un diario de sueño y responder a cuestionarios estandarizados sobre sus hábitos de sueño y otros factores relacionados con su estilo de vida y salud.
Los resultados del seguimiento indicaron que las variaciones en la duración del sueño y la hora de acostarse precedieron al desarrollo de disfunciones metabólicas, sugiriendo una posible relación causal entre el sueño irregular y estos problemas de salud. Se observó que los individuos con mayores variaciones en la hora de acostarse y en la duración del sueño presentaban una mayor prevalencia de problemas metabólicos. Estos individuos eran, con mayor frecuencia, trabajadores en turnos nocturnos, fumadores, y mostraban una menor duración de sueño, mayores síntomas depresivos, mayor ingesta calórica total y un índice de apnea del sueño más elevado.
La variabilidad en la duración del sueño se asoció con todos los componentes del síndrome metabólico, excepto con la presión arterial alta. Por otro lado, la variabilidad en la hora de acostarse se relacionó con obesidad central, niveles bajos de colesterol HDL y niveles elevados de glucosa en ayunas. Específicamente, cada aumento de una hora en la variabilidad de la duración del sueño se asoció con un 27% más de probabilidad de desarrollar síndrome metabólico, mientras que cada incremento de una hora en la variabilidad de la hora de acostarse se relacionó con un 23% más de probabilidad. Además, un aumento de una hora en la variabilidad del sueño casi duplicó las probabilidades de presentar múltiples anomalías metabólicas.
En conclusión, este estudio proporciona evidencia significativa que apoya la existencia de un vínculo entre los patrones de sueño irregulares y la disfunción metabólica. Estos hallazgos resaltan la importancia de mantener un patrón de sueño regular para prevenir la aparición de problemas metabólicos, sugiriendo la necesidad de intervenciones específicas que promuevan la regularidad del sueño como una estrategia efectiva de salud pública.
Tianyi Huang, Susan Redline; Cross-sectional and Prospective Associations of Actigraphy-Assessed Sleep Regularity With Metabolic Abnormalities: The Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis. Diabetes Care 1 August 2019; 42 (8): 1422–1429. https://doi.org/10.2337/dc19-0596
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.