Neurociencia y Psicología
Una breve exposición a la naturaleza mejora síntomas depresivos
Diversos estudios han sugerido que la exposición a entornos naturales puede reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Es posible que los seres humanos tengan una afinidad innata hacia la naturaleza, por lo que la exposición a entornos naturales como parques, jardines, etc, pueden tener efectos psicológicos significativos. Así, la estimulación sensorial visual, olfativa, auditiva, etc, produce efectos sobre el sistema nervioso autónomo y a nivel neuroendocrino que favorecen estados de calma, conexión y bienestar psicológico.
Un meta-análisis reciente (Bettmann et al., 2024) evaluó el impacto de la exposición a la naturaleza en la salud mental, social y física de adultos con diversos síntomas, incluida depresión, ansiedad, y otras emociones negativas que interfieren con el bienestar psicológico. El análisis incluyó estudios, tanto aleatorizados como no aleatorizados, con aproximadamente 1.500 participantes adultos, recopilando datos cuantitativos sobre la exposición a la naturaleza en al menos dos momentos distintos. Las intervenciones incluían una variedad de actividades, como permanecer sentado en un entorno natural, jardinería, caminar, programas al aire libre, etc. Los entornos incluían desde bosques a jardines, y variaron desde exposiciones breves de 10 minutos hasta inmersiones en la naturaleza prolongadas. En algunos estudios, los grupos de control realizaron actividades alternativas o permanecieron en ambientes cerrados. Se evaluaron diversos parámetros, como la salud mental, la ansiedad, el estado de ánimo, la depresión o la calidad de vida.
Los resultados mostraron que la exposición a la naturaleza redujo los síntomas psicológicos, especialmente aquellos relacionados con el estado de ánimo y la depresión. Los estudios con grupos de control arrojaron efectos ligeramente menores, aunque consistentes, y con efectos notables. Por otro lado, las mejoras se mantuvieron constantes independientemente del tipo de entorno, actividad o modalidad de exposición, aunque actividades al aire libre, como caminar o la jardinería en entornos próximos al agua, granjas o jardines, resultaron ser particularmente efectivas.
En conclusión, este meta-análisis indica que la exposición a la naturaleza, incluso en sesiones breves de 10 minutos, mejora significativamente la salud mental en adultos con distintos síntomas psicológicos, aunque los resultados son más claros con sintomatología depresiva. Los efectos parecen estar relacionados con una disminución en la activación del sistema nervioso simpático, lo que facilita la relajación y puede disminuir algunos procesos cognitivos negativos como la rumiación mental. No obstante, se requieren más investigaciones para evaluar los efectos a largo plazo y determinar la dosis óptima de exposición. Futuras investigaciones deberán centrarse en estos aspectos y en la inclusión de poblaciones sociodemográficas más diversas.
Un meta-análisis reciente (Bettmann et al., 2024) evaluó el impacto de la exposición a la naturaleza en la salud mental, social y física de adultos con diversos síntomas, incluida depresión, ansiedad, y otras emociones negativas que interfieren con el bienestar psicológico. El análisis incluyó estudios, tanto aleatorizados como no aleatorizados, con aproximadamente 1.500 participantes adultos, recopilando datos cuantitativos sobre la exposición a la naturaleza en al menos dos momentos distintos. Las intervenciones incluían una variedad de actividades, como permanecer sentado en un entorno natural, jardinería, caminar, programas al aire libre, etc. Los entornos incluían desde bosques a jardines, y variaron desde exposiciones breves de 10 minutos hasta inmersiones en la naturaleza prolongadas. En algunos estudios, los grupos de control realizaron actividades alternativas o permanecieron en ambientes cerrados. Se evaluaron diversos parámetros, como la salud mental, la ansiedad, el estado de ánimo, la depresión o la calidad de vida.
Los resultados mostraron que la exposición a la naturaleza redujo los síntomas psicológicos, especialmente aquellos relacionados con el estado de ánimo y la depresión. Los estudios con grupos de control arrojaron efectos ligeramente menores, aunque consistentes, y con efectos notables. Por otro lado, las mejoras se mantuvieron constantes independientemente del tipo de entorno, actividad o modalidad de exposición, aunque actividades al aire libre, como caminar o la jardinería en entornos próximos al agua, granjas o jardines, resultaron ser particularmente efectivas.
En conclusión, este meta-análisis indica que la exposición a la naturaleza, incluso en sesiones breves de 10 minutos, mejora significativamente la salud mental en adultos con distintos síntomas psicológicos, aunque los resultados son más claros con sintomatología depresiva. Los efectos parecen estar relacionados con una disminución en la activación del sistema nervioso simpático, lo que facilita la relajación y puede disminuir algunos procesos cognitivos negativos como la rumiación mental. No obstante, se requieren más investigaciones para evaluar los efectos a largo plazo y determinar la dosis óptima de exposición. Futuras investigaciones deberán centrarse en estos aspectos y en la inclusión de poblaciones sociodemográficas más diversas.
Bettmann, J. E et al 2024. How Does Nature Exposure Affect Adults With Symptoms of Mental Illness? A Meta-Analysis. Int J Ment Health Nurs. 2024 Aug 29. doi: 10.1111/inm.13400
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.