Neurociencia y Psicología
¿Qué es la psicopatía?
La psicopatía permanece pobremente comprendida. Veremos que la imagen popular de personajes de cine violentos y despiadados no es exacta.
El término psicopatía recoge un conjunto de rasgos y características en el procesamiento de la información. No es una sola entidad en un sentido etiológico (no todas las psicopatías comparten los mismos rasgos), y tampoco es un rasgo simple (ej, poca empatía). La psicopatía engloba a personas con distintos rasgos y conductas, es decir, hablamos de espectros de rasgos con distintos niveles de callosidad emocional, desapego interpersonal, impulsividad, etc, que finalmente desembocan en conductas explotadoras perseverativas que llamamos psicopatía. No hay un único perfil de psicópata.
Otro aspecto importante que debe entenderse es la existencia de psicópatas socialmente adaptados, e incluso socialmente exitosos, que en lugar de conductas de delincuencia común, son exitosos tiburones de la política, las finanzas, etc. Existe debate sobre cuántos factores y elementos recogen mejor la construcción de la psicopatía. Las descripciones que podemos realizar de las conductas confluyen en factores comunes que pueden ser estudiados mediante análisis factorial. Para que alguien sea explotador, intuitivamente podemos pensar en varias dimensiones importantes a nivel de psicología de rasgos:
· Déficits afectivos (callosidad emocional). Implicaría una baja sensibilidad en el procesamiento afectivo, en particular en emociones sociales relacionadas con la empatía, vínculo, cuidado, etc.
· Deficiencias a nivel de cognición social y teoria de la mente (razonar sobre otros, reconocimiento de la perspectiva de otro, etc). A menudo se separa la empatía afectiva (resonar afectivamente con otros) y la cognitiva (razonar sobre otros). La conducta manipulativa y explotadora sugería que no tiene por qué existir déficit alguno a nivel de cognición social. Sin embargo, puede no resultarles intuitiva la cognición social sin realizar esfuerzo cognitivo (Drayton et al 2018).
· Déficits ejecutivos que resultan en dificultades en la regulación de la conducta (inhibición, orientación prospectiva de la conducta, etc), con las consecuentes conductas impulsivas y orientación hacia el beneficio a corto plazo. Vemos en personas diagnosticadas con TDAH una impulsividad a menudo conflictiva con las normas sociales, siendo de hecho un factor de riesgo del desarrollo de conducta criminal (Mohr-Jensen et al 2016). Pero a su vez la función ejecutiva se relaciona con dificultades en la cognición social relacionándolo con los factores anteriores (Pineda-Alhucema et al 2018).
· Narcisismo, lo que implica una percepción del mundo dirigida hacia uno mismo, un sentido inflado del YO, búsqueda constante de beneficio propio, autosatisfacción, autoagrandamiento...
A nivel de rasgos, la conducta que llamamos psicopática debe ser resultado de personas que concentran altas puntuaciones en estos grandes factores, con sus diferencias individuales. Por ello no hay un único "cerebro psicópata", ni una etiología unidimensional. De ahí que la investigación de todo lo "neuro" muestre conclusiones heterogéneas y conflictivas en tantos trastornos y condiciones. Podríamos encontrar personas con puntuaciones altas en todas las dimensiones descritas, o solo en algunas de ellas. Quizás en algunos individuos no existan dificultades de inhibición que generen impulsividad, ni necesariamente todos los individuos con puntuaciones altas en psicopatía tienen problemas en cuanto a cognición social per se, ni tienen por que presentar deficiencias afectivas absolutamente suprimidas, ni solo una alta puntuación en rasgos narcisistas desemboca automáticamente en una conducta explotadora sobre otros en sentido antisocial. Igualmente, el desapego y una baja sensibilidad a la empatía no producen automáticamente una explotación de otras personas para beneficio propio. Las personas puntuarían alto en el conjunto de factores, pero por distintos caminos, sin embargo, a medida que se acumulan rasgos de las distintas dimensiones de forma más extrema, se va generando una percepción más utilitaria y una conducta abiertamente más explotadora. Se ha diferenciado psicopatía primaria (genética de nacimiento) y secundaria (derivada de neuroplasticidad maladaptativa afectiva por episodios traumáticos o negligencias que inhiben la maduración de emociones sociales y otros sistemas).
A nivel afectivo, debe existir una baja sensibilidad a las emociones, particularmente respecto a emociones sociales genuinas (amor, apego...). Esto no significa que no sientan nada, sienten otras cosas, pero sus emociones positivas están más comúnmente relacionadas con el placer y la autosatisfacción, por lo que buscan más bien subidones de adrenalina, etc. En cuanto a emociones negativas, algunas investigaciones sugieren que en contra de lo que se asume, las personas con psicopatía pueden sentir miedo. Sin embargo, la emoción consciente de miedo no se traduce automáticamente en la activación de circuitos de detección de amenazas (Hoppenbrouwers et al 2016). La emoción consciente de miedo y las reacciones de supervivencia y retirada deben diferenciarse, como ya adelantó LeDoux hace muchos años tras investigar la amígdala. Los psicópatas a menudo se adaptan al mundo realizando expresiones de emociones, saben hacerse los simpáticos e incluso los enamorados, pero no es algo que necesariamente estén sintiendo muchos de ellos. En neuroimagen no obstante no hay un vacío absoluto de neuronas relacionadas con empatía y afectividad, aunque se encuentra menor activación en sistemas de empatía y dificultad reconociendo emociones (Burghart, Mier 2021). Algunos autores apuntan a dificultades entendiendo emociones, más que simplemente una ausencia de las mismas. El recorrido en el mapeo de estados afectivos y las dificultades en el acceso consciente a nivel superior pueden ser un factor que facilita que las dificultades afectivas que engloban la alexitimia se transformen en una conducta explotadora (Valdespino et al 2017).
Otro aspecto clave para entender la psicopatía es el nivel social. Un entorno problemático supone que una personalidad psicopática adquiera una forma de conducta antisocial y criminal cortoplacista y explícita, sobre todo si existe bajo CI, bajo nivel educativo en la persona y función ejecutiva pobre. Si sumamos alto neuroticismo faceta ira, la psicopatía se expresaría de forma más explosiva y agresiva. Si el endofenotipo de la persona genera placer ante el sufrimiento, tenemos un sádico. Contrariamente, en ambientes sociales favorables, la personalidad psicopática existe igualmente, pero sus características explotadoras se manifestarán de forma más adaptativa con mayor probabilidad. Si hay alto CI, buena función ejecutiva, y un entorno económicamente favorable, la psicopatía se expresará con mayor probabilidad hacia una alta orientación al poder y al logro, y la persona será implacable tratando de escalar a posiciones de poder donde pueda ejercer un mayor dominio sobre la sociedad. A veces una buena función ejecutiva y un alto CI hará que estas personas sean aún más peligrosas, generando daños sistémicos protegidos por instituciones del estado, industria, etc. Y entonces no serán ni "psicópatas" ni "delincuentes", sino afamados políticos, grandes empresarios, o brillantes científicos ocultando virus manipulados altamente contagiosos y suprimiendo la investigación de fármacos genéricos baratos para especular con algún producto biomédico experimental bajo patente a la vista. Por poner un ejemplo hipotético. Dicho de otra manera, la mayor parte de las personas psicopáticas viven de forma socialmente adaptada. En palabras del investigador de psicopatía más conocido, Robert Hare, la sociedad no puede defenderse de los psicópatas porque ellos son quienes hacen las reglas. No es una frase hecha.
Además de la existencia de ciertos rasgos en puntuaciones altas, pienso que el factor clave no sucede a nivel de sentimientos conscientes per se, sino el automatismo de procesos de facilitación de la información afectiva ante señales, en particular a nivel de respuesta a la información social. Es decir, las emociones sociales en particular no les son espontáneas y aunque puedan sentir ciertas emociones mediante procesos superiores realizando esfuerzo consciente, el automatismo necesario para la funcionalidad de las mismas se encuentra inhibido a nivel bottom up. Quizás este aspecto no es tan diferente a lo que sucede con algunas funciones del espectro autista que dificultan ciertas señales sociales, aunque con implicaciones muy diferentes. A nivel de evolución, el egoísmo, la explotación de otros, la agresión y la insensibilidad tienen sus beneficios para la supervivencia de muchos seres vivos, por tanto son rasgos que han evolucionado en el ser humano, y algunos individuos los concentran en un fenotipo más oscuro.
Citar como: Bordallo. A. ¿Qué es la psicopatía?. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_que_es_la_psicopatia
Copyright© ICNS Instituto
El término psicopatía recoge un conjunto de rasgos y características en el procesamiento de la información. No es una sola entidad en un sentido etiológico (no todas las psicopatías comparten los mismos rasgos), y tampoco es un rasgo simple (ej, poca empatía). La psicopatía engloba a personas con distintos rasgos y conductas, es decir, hablamos de espectros de rasgos con distintos niveles de callosidad emocional, desapego interpersonal, impulsividad, etc, que finalmente desembocan en conductas explotadoras perseverativas que llamamos psicopatía. No hay un único perfil de psicópata.
Otro aspecto importante que debe entenderse es la existencia de psicópatas socialmente adaptados, e incluso socialmente exitosos, que en lugar de conductas de delincuencia común, son exitosos tiburones de la política, las finanzas, etc. Existe debate sobre cuántos factores y elementos recogen mejor la construcción de la psicopatía. Las descripciones que podemos realizar de las conductas confluyen en factores comunes que pueden ser estudiados mediante análisis factorial. Para que alguien sea explotador, intuitivamente podemos pensar en varias dimensiones importantes a nivel de psicología de rasgos:
· Déficits afectivos (callosidad emocional). Implicaría una baja sensibilidad en el procesamiento afectivo, en particular en emociones sociales relacionadas con la empatía, vínculo, cuidado, etc.
· Deficiencias a nivel de cognición social y teoria de la mente (razonar sobre otros, reconocimiento de la perspectiva de otro, etc). A menudo se separa la empatía afectiva (resonar afectivamente con otros) y la cognitiva (razonar sobre otros). La conducta manipulativa y explotadora sugería que no tiene por qué existir déficit alguno a nivel de cognición social. Sin embargo, puede no resultarles intuitiva la cognición social sin realizar esfuerzo cognitivo (Drayton et al 2018).
· Déficits ejecutivos que resultan en dificultades en la regulación de la conducta (inhibición, orientación prospectiva de la conducta, etc), con las consecuentes conductas impulsivas y orientación hacia el beneficio a corto plazo. Vemos en personas diagnosticadas con TDAH una impulsividad a menudo conflictiva con las normas sociales, siendo de hecho un factor de riesgo del desarrollo de conducta criminal (Mohr-Jensen et al 2016). Pero a su vez la función ejecutiva se relaciona con dificultades en la cognición social relacionándolo con los factores anteriores (Pineda-Alhucema et al 2018).
· Narcisismo, lo que implica una percepción del mundo dirigida hacia uno mismo, un sentido inflado del YO, búsqueda constante de beneficio propio, autosatisfacción, autoagrandamiento...
A nivel de rasgos, la conducta que llamamos psicopática debe ser resultado de personas que concentran altas puntuaciones en estos grandes factores, con sus diferencias individuales. Por ello no hay un único "cerebro psicópata", ni una etiología unidimensional. De ahí que la investigación de todo lo "neuro" muestre conclusiones heterogéneas y conflictivas en tantos trastornos y condiciones. Podríamos encontrar personas con puntuaciones altas en todas las dimensiones descritas, o solo en algunas de ellas. Quizás en algunos individuos no existan dificultades de inhibición que generen impulsividad, ni necesariamente todos los individuos con puntuaciones altas en psicopatía tienen problemas en cuanto a cognición social per se, ni tienen por que presentar deficiencias afectivas absolutamente suprimidas, ni solo una alta puntuación en rasgos narcisistas desemboca automáticamente en una conducta explotadora sobre otros en sentido antisocial. Igualmente, el desapego y una baja sensibilidad a la empatía no producen automáticamente una explotación de otras personas para beneficio propio. Las personas puntuarían alto en el conjunto de factores, pero por distintos caminos, sin embargo, a medida que se acumulan rasgos de las distintas dimensiones de forma más extrema, se va generando una percepción más utilitaria y una conducta abiertamente más explotadora. Se ha diferenciado psicopatía primaria (genética de nacimiento) y secundaria (derivada de neuroplasticidad maladaptativa afectiva por episodios traumáticos o negligencias que inhiben la maduración de emociones sociales y otros sistemas).
A nivel afectivo, debe existir una baja sensibilidad a las emociones, particularmente respecto a emociones sociales genuinas (amor, apego...). Esto no significa que no sientan nada, sienten otras cosas, pero sus emociones positivas están más comúnmente relacionadas con el placer y la autosatisfacción, por lo que buscan más bien subidones de adrenalina, etc. En cuanto a emociones negativas, algunas investigaciones sugieren que en contra de lo que se asume, las personas con psicopatía pueden sentir miedo. Sin embargo, la emoción consciente de miedo no se traduce automáticamente en la activación de circuitos de detección de amenazas (Hoppenbrouwers et al 2016). La emoción consciente de miedo y las reacciones de supervivencia y retirada deben diferenciarse, como ya adelantó LeDoux hace muchos años tras investigar la amígdala. Los psicópatas a menudo se adaptan al mundo realizando expresiones de emociones, saben hacerse los simpáticos e incluso los enamorados, pero no es algo que necesariamente estén sintiendo muchos de ellos. En neuroimagen no obstante no hay un vacío absoluto de neuronas relacionadas con empatía y afectividad, aunque se encuentra menor activación en sistemas de empatía y dificultad reconociendo emociones (Burghart, Mier 2021). Algunos autores apuntan a dificultades entendiendo emociones, más que simplemente una ausencia de las mismas. El recorrido en el mapeo de estados afectivos y las dificultades en el acceso consciente a nivel superior pueden ser un factor que facilita que las dificultades afectivas que engloban la alexitimia se transformen en una conducta explotadora (Valdespino et al 2017).
Otro aspecto clave para entender la psicopatía es el nivel social. Un entorno problemático supone que una personalidad psicopática adquiera una forma de conducta antisocial y criminal cortoplacista y explícita, sobre todo si existe bajo CI, bajo nivel educativo en la persona y función ejecutiva pobre. Si sumamos alto neuroticismo faceta ira, la psicopatía se expresaría de forma más explosiva y agresiva. Si el endofenotipo de la persona genera placer ante el sufrimiento, tenemos un sádico. Contrariamente, en ambientes sociales favorables, la personalidad psicopática existe igualmente, pero sus características explotadoras se manifestarán de forma más adaptativa con mayor probabilidad. Si hay alto CI, buena función ejecutiva, y un entorno económicamente favorable, la psicopatía se expresará con mayor probabilidad hacia una alta orientación al poder y al logro, y la persona será implacable tratando de escalar a posiciones de poder donde pueda ejercer un mayor dominio sobre la sociedad. A veces una buena función ejecutiva y un alto CI hará que estas personas sean aún más peligrosas, generando daños sistémicos protegidos por instituciones del estado, industria, etc. Y entonces no serán ni "psicópatas" ni "delincuentes", sino afamados políticos, grandes empresarios, o brillantes científicos ocultando virus manipulados altamente contagiosos y suprimiendo la investigación de fármacos genéricos baratos para especular con algún producto biomédico experimental bajo patente a la vista. Por poner un ejemplo hipotético. Dicho de otra manera, la mayor parte de las personas psicopáticas viven de forma socialmente adaptada. En palabras del investigador de psicopatía más conocido, Robert Hare, la sociedad no puede defenderse de los psicópatas porque ellos son quienes hacen las reglas. No es una frase hecha.
Además de la existencia de ciertos rasgos en puntuaciones altas, pienso que el factor clave no sucede a nivel de sentimientos conscientes per se, sino el automatismo de procesos de facilitación de la información afectiva ante señales, en particular a nivel de respuesta a la información social. Es decir, las emociones sociales en particular no les son espontáneas y aunque puedan sentir ciertas emociones mediante procesos superiores realizando esfuerzo consciente, el automatismo necesario para la funcionalidad de las mismas se encuentra inhibido a nivel bottom up. Quizás este aspecto no es tan diferente a lo que sucede con algunas funciones del espectro autista que dificultan ciertas señales sociales, aunque con implicaciones muy diferentes. A nivel de evolución, el egoísmo, la explotación de otros, la agresión y la insensibilidad tienen sus beneficios para la supervivencia de muchos seres vivos, por tanto son rasgos que han evolucionado en el ser humano, y algunos individuos los concentran en un fenotipo más oscuro.
Citar como: Bordallo. A. ¿Qué es la psicopatía?. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_que_es_la_psicopatia
Copyright© ICNS Instituto
Drayton LA, Santos LR, Baskin-Sommers A. Psychopaths fail to automatically take the perspective of others. Proc Natl Acad Sci U S A. 2018 Mar 27;115(13):3302-3307. doi: 10.1073/pnas.1721903115
Mohr-Jensen C, Steinhausen HC. A meta-analysis and systematic review of the risks associated with childhood attention-deficit hyperactivity disorder on long-term outcome of arrests, convictions, and incarcerations. Clin Psychol Rev. 2016 Aug;48:32-42. doi: 10.1016/j.cpr.2016.05.002
Pineda-Alhucema, W., Aristizabal, E., Escudero-Cabarcas, J. et al. Executive Function and Theory of Mind in Children with ADHD: a Systematic Review. Neuropsychol Rev 28, 341–358 (2018). https://doi.org/10.1007/s11065-018-9381-9
Burghart M, Mier D. No feelings for me, no feelings for you: A meta-analysis on alexithymia and empathy in psychopathy. PsyArXiv; 2021. DOI: 10.31234/osf.io/v2e8q
Hoppenbrouwers, S. S., Bulten, B. H., & Brazil, I. A. (2016). Parsing fear: A reassessment of the evidence for fear deficits in psychopathy. Psychological Bulletin, 142(6), 573–600
Valdespino A, Antezana L, Ghane M, Richey JA. Alexithymia as a Transdiagnostic Precursor to Empathy Abnormalities: The Functional Role of the Insula. Front Psychol. 2017 Dec 21;8:2234. doi: 10.3389/fpsyg.2017.02234