Neurociencia y Psicología
75% de personas libres de estrés postraumático tras psicoterapia asistida con éxtasis
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una condición incapacitante caracterizada por emociones negativas intensas, ataques de pánico, ansiedad, evitación, alteraciones cognitivas y síntomas de hiperactivación. Estos síntomas se desencadenan por la reexperiencia intrusiva de eventos traumáticos, llevando a los individuos afectados a revivir constantemente un pasado distante, impidiéndoles vivir plenamente en el presente. El impacto social de esta condición incluye alienación, soledad y deterioro funcional.
La psicoterapia asistida con 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA) surge como un enfoque innovador que combina la psicoterapia con la administración controlada de esta sustancia, permitiendo a los pacientes procesar el trauma de manera más efectiva. Este tratamiento se lleva a cabo en un entorno terapéutico seguro, donde la MDMA se utiliza para facilitar la exploración emocional y la integración de experiencias traumáticas.
En un ensayo cruzado doble ciego, 28 personas con TEPT crónico fueron aleatorizadas para recibir dos dosis activas de MDMA (100 y 125 mg) comparadas con una dosis baja (40 mg) durante sesiones de psicoterapia de ocho horas, con un seguimiento a los 12 meses. Los resultados mostraron que, tras la evaluación diagnóstica al año, el 76% de los participantes ya no cumplían los criterios diagnósticos de TEPT. Además, se observaron mejoras significativas en síntomas de depresión, calidad del sueño y disociación, con los efectos positivos manteniéndose a lo largo del tiempo tras finalizar el tratamiento.
Los efectos subjetivos de la MDMA, que incluyen la intensificación de sentimientos y comportamientos prosociales, hacen que los recuerdos traumáticos sean más manejables, mejorando la empatía, la autocompasión y el ritmo de procesamiento emocional. Este estudio subraya el potencial terapéutico de la MDMA como un componente valioso en el tratamiento del TEPT, sugiriendo que su uso en un contexto psicoterapéutico puede ofrecer una vía efectiva para la recuperación de los pacientes afectados por esta condición incapacitante.
La psicoterapia asistida con 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA) surge como un enfoque innovador que combina la psicoterapia con la administración controlada de esta sustancia, permitiendo a los pacientes procesar el trauma de manera más efectiva. Este tratamiento se lleva a cabo en un entorno terapéutico seguro, donde la MDMA se utiliza para facilitar la exploración emocional y la integración de experiencias traumáticas.
En un ensayo cruzado doble ciego, 28 personas con TEPT crónico fueron aleatorizadas para recibir dos dosis activas de MDMA (100 y 125 mg) comparadas con una dosis baja (40 mg) durante sesiones de psicoterapia de ocho horas, con un seguimiento a los 12 meses. Los resultados mostraron que, tras la evaluación diagnóstica al año, el 76% de los participantes ya no cumplían los criterios diagnósticos de TEPT. Además, se observaron mejoras significativas en síntomas de depresión, calidad del sueño y disociación, con los efectos positivos manteniéndose a lo largo del tiempo tras finalizar el tratamiento.
Los efectos subjetivos de la MDMA, que incluyen la intensificación de sentimientos y comportamientos prosociales, hacen que los recuerdos traumáticos sean más manejables, mejorando la empatía, la autocompasión y el ritmo de procesamiento emocional. Este estudio subraya el potencial terapéutico de la MDMA como un componente valioso en el tratamiento del TEPT, sugiriendo que su uso en un contexto psicoterapéutico puede ofrecer una vía efectiva para la recuperación de los pacientes afectados por esta condición incapacitante.
Ot'alora G M, Grigsby J, Poulter B, et al. 3,4-Methylenedioxymethamphetamine-assisted psychotherapy for treatment of chronic posttraumatic stress disorder: A randomized phase 2 controlled trial. Journal of Psychopharmacology. 2018;32(12):1295-1307. doi:10.1177/0269881118806297
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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