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¿Es compatible el sistema educativo con la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial está transformando la operativa de instituciones e industria, al mejorar la eficiencia y precisión de diversos procesos. Sin embargo, la rápida adopción de estas herramientas ha despertado preocupaciones, especialmente en el ámbito académico, planteando desafíos éticos respecto a su capacidad para generar contenidos complejos y respuestas académicas de cualquier temática. Aunque el engaño en las tareas y el fraude académico ha aumentado desde los mismos inicios de internet, y esto no es una novedad, los programas de AI suponen la necesidad de replantear el propio proceso educativo en todos sus niveles. Aunque existe software especializado para la detección de texto generado por inteligencia artificial, no es fiable, y por tanto no es una solución.

Se quiera o no, la IA obliga a replantear gran parte del sistema educativo, incluyendo la finalidad y objetivos de las tareas, la forma de las evaluaciones, las competencias mínimas exigibles al alumno, etc. Paralelamente, se están buscando enfoques pedagógicos que, dado lo inevitable, utilicen el potencial de estas tecnologías. Además de la facilitación del plagio académico, la IA puede tener un impacto negativo sobre la capacidad analítica y de escritura de los estudiantes, debido a la progresiva dependencia de la misma. Asimismo, otra preocupación es que el uso de estas herramientas sin un análisis crítico, podría contribuir a perpetuar información sesgada, ya que las respuestas de la IA son seleccionadas en parte por coincidencia de resultados de diversas fuentes, creando reverberaciones recursivas con la información, pudiendo empeorar progresivamente los sesgos de la propia IA.

Un estudio (Dempere et al., 2023) investigó el impacto de los chatbots de inteligencia artificial, como ChatGPT, en la educación superior, mediante una revisión sistemática de la literatura. Se analizaron 143 artículos revisados por pares, que exploraron el uso de estas herramientas en diversos aspectos educativos. La metodología incluyó un análisis descriptivo y temático de los hallazgos para identificar patrones, aplicaciones y preocupaciones éticas.

Los resultados de la revisión sugiere que ChatGPT puede potenciar significativamente varios aspectos de la educación superior, como el apoyo a la investigación mediante la organización y manejo de grandes volúmenes de información, lo que permite a los académicos acelerar el proceso investigativo y dedicar más tiempo a tareas de mayor valor. También se observó un beneficio en la retroalimentación automatizada y en la mejora de la interacción entre estudiantes y contenido educativo. ChatGPT, por ejemplo, puede generar ejercicios y pruebas personalizadas, optimizando el aprendizaje individualizado. Además, puede mejorar la eficiencia en la evaluación y corrección de trabajos académicos, así como brindar soporte en funciones administrativas como la inscripción y retención de estudiantes.

Sin embargo, los autores también resaltan preocupaciones importantes. ChatGPT podría facilitar el fraude académico, permitiendo a los estudiantes generar respuestas en exámenes o trabajos escritos sin esfuerzo personal. Esto podría afectar negativamente su capacidad de pensamiento crítico y análisis, al depender en exceso de estas herramientas. Otros riesgos incluyen posibles sesgos, errores, y problemas de privacidad. Otro aspecto crítico es la "brecha de la IA," que supone la posible disparidad en el acceso a estas tecnologías avanzadas. Aquellos con acceso a sistemas de inteligencia artificial más sofisticados tendrán ventajas en productividad y oportunidades, mientras que aquellos sin acceso podrían verse en desventaja, exacerbando las desigualdades sociales y económicas existentes.

En conclusión, la revisión sugiere que herramientas como ChatGPT tienen el potencial de transformar profundamente la educación. Por una parte, puede apoyar aspectos de investigación y los servicios estudiantiles. Sin embargo, también hay problemas asociados, como el aumento del fraude académico y otros aspectos, lo cual requiere un abordaje a nivel de legislación. Los autores recomiendan que las instituciones adopten un enfoque proactivo para integrar estas tecnologías, tratando que los beneficios superen los problemas de su uso, y preparando a los estudiantes para el mercado laboral mediante habilidades que las máquinas no pueden replicar fácilmente, como el pensamiento crítico o la resolución de problemas complejos. Es fundamental desarrollar pautas claras sobre cómo incorporar estas herramientas de manera ética en los sistemas educativos.
Referencias:
Dempere, J. et al, 2023. The impact of ChatGPT on higher education. Frontiers in Education, 8, 1206936. https://doi.org/10.3389/feduc.2023.1206936

* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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