Actividad física
Las mujeres ganan la misma fuerza y masa muscular que los hombres en el entrenamiento con pesas
Una cuestión que sorprende mucho entre nuestros alumnos es que el crecimiento de la masa muscular en la mujer es similar al hombre. Los hombres tienen mayor tamaño corporal que las mujeres, lo que implica una mayor fuerza y mayor masa muscular en términos absolutos. Sin embargo, una cuestión diferente es cuanto aumenta la masa muscular y la fuerza realizando entrenamiento en cada sexo.
Los estudios muestran ganancias similares en la masa muscular que ganan hombres y mujeres. Mediante ultrasonografía y resonancia magnética, midiendo el grosor muscular y el cambio en la sección transversal de la musculatura, encontramos crecimientos similares en miembros superiores e inferiores tras semanas de entrenamiento. Las mujeres incluso parecen ganar más fuerza que los hombres en miembros superiores.
Debemos entender las diferencias de resultados en términos absolutos y en términos relativos (cada sexo respecto a su tamaño corporal). Si un hombre con una sección transversal de un músculo de 40 cm, y una mujer con una sección transversal de un músculo de 30 cm comienzan a entrenar, y tras unos meses el hombre pasa a tener 44 cm y la mujer 33 cm, el hombre ha ganado más en términos absolutos (4cm vs 3cm). Sin embargo, en términos relativos, ambos han aumentado su musculatura un 10% (4 cm es el 10% de 40, y 3 cm es el 10% de 30). Es decir, ambos han crecido lo mismo en proporción a su tamaño.
No es "la testosterona".
A pesar de que los hombres a nivel basal tienen unos 10-15 veces más testosterona que las mujeres, que suben a una diferencia aguda 45 veces mayor con el entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica y marcadores anabólicos son similares en hombres y mujeres:
La síntesis proteica se eleva de manera similar en hombres y mujeres, tanto en respuesta al ejercicio, como en respuesta a la ingesta de proteína.
La fosforilación de mTOR se eleva en mayor medida en hombres que en mujeres inmediatamente después del ejercicio, pero la fosforilación de p70S6K1 no muestra grandes diferencias entre sexos.
Esto implica que no existe una conexión evidente entre las hormonas inducidas con el ejercicio, incluida testosteronemia, y muestra que la activación de la síntesis proteica ocurre con bajas concentraciones sistémicas de testosterona en mujeres. Existe no obstante un efecto dimórfico de la testosterona basal, estando relacionada a niveles fisiológicos con una mayor masa muscular en hombres, pero no en mujeres. Dicho de otra manera, los hombres con mayores niveles de testosterona tienen más masa muscular respecto a hombres con menores niveles de esta hormona, pero este efecto no es tan claro en mujeres.
Conclusión
El crecimiento relativo en masa muscular en hombres y mujeres con el entrenamiento de pesas es similar, y los marcadores de síntesis proteica y vías anabólicas no son muy diferentes entre hombres y mujeres.
Como hemos mencionado, este aspecto sorprende mucho a las personas. Es probable que exista una influencia psicológica y sociocultural. Al pensar en la musculatura de un hombre prototipo "fitness", muchas de las imágenes mentales que se pueden venir a la cabeza corresponden a hombres que tienen dicho físico porque consumen hormonas. No solo el culturista enorme, sino el simple modelo o actor sexy del momento tiene alta probabilidad de haber consumido hormonas para tener ese cuerpo tan definido, incluso sin ser enorme. Los cuerpos prototípicos "fitness" no son la realidad del cuerpo de un hombre normal, sino una imagen irreal de la musculatura y del cuerpo del hombre. Por tanto, existe un sesgo que sobreestima la realidad de la musculatura masculina.
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No es "la testosterona".
A pesar de que los hombres a nivel basal tienen unos 10-15 veces más testosterona que las mujeres, que suben a una diferencia aguda 45 veces mayor con el entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica y marcadores anabólicos son similares en hombres y mujeres:
La síntesis proteica se eleva de manera similar en hombres y mujeres, tanto en respuesta al ejercicio, como en respuesta a la ingesta de proteína.
La fosforilación de mTOR se eleva en mayor medida en hombres que en mujeres inmediatamente después del ejercicio, pero la fosforilación de p70S6K1 no muestra grandes diferencias entre sexos.
Esto implica que no existe una conexión evidente entre las hormonas inducidas con el ejercicio, incluida testosteronemia, y muestra que la activación de la síntesis proteica ocurre con bajas concentraciones sistémicas de testosterona en mujeres. Existe no obstante un efecto dimórfico de la testosterona basal, estando relacionada a niveles fisiológicos con una mayor masa muscular en hombres, pero no en mujeres. Dicho de otra manera, los hombres con mayores niveles de testosterona tienen más masa muscular respecto a hombres con menores niveles de esta hormona, pero este efecto no es tan claro en mujeres.
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