Medicina
Un vendaje bioeléctrico acelera la cicatrización de heridas crónicas
Las heridas crónicas afectan a millones de personas en todo el mundo, asociadas a condiciones como diabetes, problemas circulatorios o encamamiento (úlceras por presión), pudiendo desembocar en complicaciones graves como infecciones, amputaciones, sepsis, etc. La electroterapia ha mostrado favorecer la regeneración de tejidos, al producir mediante corrientes eléctricas activacion neuromuscular, aumentando el flujo sanguíneo, y con ello el aporte de oxígeno, nutrientes y factores de crecimiento a las células. Mediante corrientes eléctricas cuya frecuencia e intensidad pueden ajustarse para optimizar el efecto trófico, la electroterapia promueve la migración de fibroblastos y queratinocitos, lo que acelera la reepitelización y el cierre de la herida. Uno de los mecanismos clave propuestos es la electrotaxis, que es el movimiento dirigido de las células (fibroblastos, queratinocitos, células endoteliales) en respuesta a un campo eléctrico. Pero también podría modular la respuesta inflamatoria y disminuir biofilms bacterianos. No obstante, los dispositivos actuales presentan inconvenientes, como su tamaño voluminoso y la necesidad de aplicaciones prolongadas y repetidas, lo que limita su aplicación.
Un estudio reciente (Kaveti et al., 2024) ha explorado un nuevo tipo de vendaje bioeléctrico que utiliza una batería biocompatible de magnesio-plata para generar un campo eléctrico radial de 1,5 voltios, produciendo una electroterapia local a través del apósito sin componentes electrónicos, activándose simplemente al humedecerse con agua, lo que inicia la reacción electroquímica que produce la corriente eléctrica. El estudio se llevó a cabo en un modelo de ratones diabéticos con heridas dérmicas, tratados con vendajes sin activar, vendajes oclusivos, y vendajes bioeléctricos durante 11 días. Posteriormente se realizaron estudios histológicos, se evaluó la regeneración epidérmica, la formación de colágeno y la angiogénesis
Los resultados revelaron que el vendaje activado produjo el cierre completo en el 75% de las heridas tratadas en 11 días, en comparación con el 12,5% en el grupo con el vendaje sin activar y el 0% en el grupo con vendajes oclusivos. También se mostró un aumento en el grosor epidérmico en el grupo tratado, y una mayor formación de vasos sanguíneos. Se registró una disminución de la inflamación, reflejada en un cambio en la proporción de macrófagos proinflamatorios M1 a macrófagos reparadores M2, lo que sugiere que el dispositivo no solo acelera la cicatrización, sino que también modula favorablemente el entorno inflamatorio. Además, no se detectó ninguna limitación en la movilidad de los ratones, lo que sugiere que el vendaje es adecuado para ser aplicado en zonas del cuerpo donde la movilidad es esencial durante la cicatrización.
En conclusión, la posibilidad de crear vendajes bioeléctricos muestra una posibilidad de mejorar muy significativamente el tratamiento que se da a diversos pacientes con problemas de cicatrización de heridas, tanto en entornos clínicos como no clínicos. La electroterapia muestra la capacidad de mejorar la regeneración epidérmica, proporcionando una solución práctica y accesible para el manejo de heridas complejas que producen una alta carga de morbimortalidad en la población. Se requieren estudios adicionales para evaluar la eficacia de este tipo de tratamientos en distintos tipos de heridas crónicas en la piel humana.
Un estudio reciente (Kaveti et al., 2024) ha explorado un nuevo tipo de vendaje bioeléctrico que utiliza una batería biocompatible de magnesio-plata para generar un campo eléctrico radial de 1,5 voltios, produciendo una electroterapia local a través del apósito sin componentes electrónicos, activándose simplemente al humedecerse con agua, lo que inicia la reacción electroquímica que produce la corriente eléctrica. El estudio se llevó a cabo en un modelo de ratones diabéticos con heridas dérmicas, tratados con vendajes sin activar, vendajes oclusivos, y vendajes bioeléctricos durante 11 días. Posteriormente se realizaron estudios histológicos, se evaluó la regeneración epidérmica, la formación de colágeno y la angiogénesis
Los resultados revelaron que el vendaje activado produjo el cierre completo en el 75% de las heridas tratadas en 11 días, en comparación con el 12,5% en el grupo con el vendaje sin activar y el 0% en el grupo con vendajes oclusivos. También se mostró un aumento en el grosor epidérmico en el grupo tratado, y una mayor formación de vasos sanguíneos. Se registró una disminución de la inflamación, reflejada en un cambio en la proporción de macrófagos proinflamatorios M1 a macrófagos reparadores M2, lo que sugiere que el dispositivo no solo acelera la cicatrización, sino que también modula favorablemente el entorno inflamatorio. Además, no se detectó ninguna limitación en la movilidad de los ratones, lo que sugiere que el vendaje es adecuado para ser aplicado en zonas del cuerpo donde la movilidad es esencial durante la cicatrización.
En conclusión, la posibilidad de crear vendajes bioeléctricos muestra una posibilidad de mejorar muy significativamente el tratamiento que se da a diversos pacientes con problemas de cicatrización de heridas, tanto en entornos clínicos como no clínicos. La electroterapia muestra la capacidad de mejorar la regeneración epidérmica, proporcionando una solución práctica y accesible para el manejo de heridas complejas que producen una alta carga de morbimortalidad en la población. Se requieren estudios adicionales para evaluar la eficacia de este tipo de tratamientos en distintos tipos de heridas crónicas en la piel humana.
Rajaram Kaveti et al. Water-powered, electronics-free dressings that electrically stimulate wounds for rapid wound closure.Sci. Adv.10,eado7538(2024).DOI:10.1126/sciadv.ado7538
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.