Medicina
La actividad física reduce la mortalidad cardiovascular en diabetes tipo 2
La diabetes es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, asociada tanto a complicaciones metabólicas como a un mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares. El sedentarismo ha sido vinculado a un incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, particularmente cuando existen muchas horas de inactividad durante el día. Realizar actividad física, en particular más de 150 minutos a la semana, puede revertir los efectos del sedentarismo y la inactividad física prolongada.
Un estudio reciente (Dai y Albrecht, 2024) evaluó si la asociación entre el tiempo sentado y la mortalidad se modifican con la realización de actividad física en adultos con diabetes tipo 2. El estudio utilizó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) en Estados Unidos, con una muestra de más de 6.000 participantes con una edad promedio de 60 años. Los participantes fueron clasificados en tres grupos según el tiempo que pasaban sentados. Adicionalmente, los participantes fueron clasificados según la actividad física que realizaban, clasificándose como activos aquellos que realizan 150 minutos o más por semana. Se utilizaron modelos de Cox ajustados por variables sociodemográficas, estilo de vida y condiciones de salud para analizar estas relaciones.
Después de un seguimiento de casi 6 años, los resultados indicaron que los adultos con diabetes que pasaban más de 8 horas al día sentados presentaban un riesgo significativamente mayor de mortalidad tanto por todas las causas como por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, aquellos que realizaban al menos 150 minutos de actividad física a la semana vieron reducido su riesgo, incluso si pasaban muchas horas sentados, hasta casi desaparecer. Esto sugiere que la actividad física puede revertir el efecto del sedentarismo prolongado en personas con diabetes, y reducir drásticamente el riesgo de mortalidad cardiovascular asociado.
En conclusión, este estudio refuerza que la actividad física regular es una estrategia eficaz para contrarrestar los efectos negativos del sedentarismo en personas con diabetes. Fomentar el ejercicio a través de programas comunitarios y políticas de salud pública puede ser una intervención accesible y de bajo coste para mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad en esta población. Algunas limitaciones que presenta este estudio son el carácter autoinformado de los datos. Este estudio no obstante es consistente con revisiones sistemáticas publicadas sobre la inactividad en personas con diabetes tipo II.
Un estudio reciente (Dai y Albrecht, 2024) evaluó si la asociación entre el tiempo sentado y la mortalidad se modifican con la realización de actividad física en adultos con diabetes tipo 2. El estudio utilizó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) en Estados Unidos, con una muestra de más de 6.000 participantes con una edad promedio de 60 años. Los participantes fueron clasificados en tres grupos según el tiempo que pasaban sentados. Adicionalmente, los participantes fueron clasificados según la actividad física que realizaban, clasificándose como activos aquellos que realizan 150 minutos o más por semana. Se utilizaron modelos de Cox ajustados por variables sociodemográficas, estilo de vida y condiciones de salud para analizar estas relaciones.
Después de un seguimiento de casi 6 años, los resultados indicaron que los adultos con diabetes que pasaban más de 8 horas al día sentados presentaban un riesgo significativamente mayor de mortalidad tanto por todas las causas como por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, aquellos que realizaban al menos 150 minutos de actividad física a la semana vieron reducido su riesgo, incluso si pasaban muchas horas sentados, hasta casi desaparecer. Esto sugiere que la actividad física puede revertir el efecto del sedentarismo prolongado en personas con diabetes, y reducir drásticamente el riesgo de mortalidad cardiovascular asociado.
En conclusión, este estudio refuerza que la actividad física regular es una estrategia eficaz para contrarrestar los efectos negativos del sedentarismo en personas con diabetes. Fomentar el ejercicio a través de programas comunitarios y políticas de salud pública puede ser una intervención accesible y de bajo coste para mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad en esta población. Algunas limitaciones que presenta este estudio son el carácter autoinformado de los datos. Este estudio no obstante es consistente con revisiones sistemáticas publicadas sobre la inactividad en personas con diabetes tipo II.
Wen Dai, Sandra S. Albrecht; Sitting Time and Its Interaction With Physical Activity in Relation to All-Cause and Heart Disease Mortality in U.S. Adults With Diabetes. Diabetes Care 20 September 2024; 47 (10): 1764–1768. https://doi.org/10.2337/dc24-0673
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.