Neurociencia y Psicología
La ayuda no solicitada puede producir efectos psicológicos negativos
La ayuda no solicitada, aunque bien intencionada, puede percibirse como invasiva y tener efectos negativos en quien la recibe. Desde una perspectiva psicológica, puede generar en las personas sentimientos de invasión de la autonomía personal e incluso de incompetencia. Adicionalmente, puede producir una sensación de deuda con los demás, lo cual aumenta el estrés psicológico. Posiblemente la mayor parte de las personas han experimentado ciertos ofrecimientos de ayuda percibiéndolos como inadecuados, e incluso conocen a personas que tienden a ser intrusivas. Esto plantea la pregunta de cuando el ofrecimiento de ayuda puede ser negativo.
Un estudio reciente realizado en Alemania (Schulz et al., 2024) exploró cómo la ayuda no solicitada en el entorno laboral puede influir en la salud psicológica. Se evaluaron a cientos de trabajadores de distintos sectores con años de experiencia laboral, utilizando diversas escalas y cuestionarios autoinformados para evaluar la frecuencia de la ayuda no deseada recibida, y su impacto en la autonomía, competencia y capacidad para desconectarse del trabajo.
Interesantemente, se evaluó el grado de cortesía del ofrecimiento de ayuda, para evaluar el impacto psicológico según la forma de ofrecimiento.
Los resultados del estudio indicaron que recibir ayuda no deseada frustra especialmente la necesidad de autonomía, aumentando la rumiación cognitiva, y dificultando la desconexión psicológica del trabajo, incluso semanas después de haber recibido esa ayuda. Remarcablemente, el tono en que se ofreció la ayuda no afectó a los resultados, sugiriendo que el impacto psicológico negativo es producido por la simple oferta de ayuda no solicitada, independientemente de cómo se presente, lo que resalta que el hecho de ofrecer ayuda no solicitada es suficiente para generar efectos negativos.
Aunque las intenciones detrás de la ayuda suelen ser bienintencionadas, sus consecuencias pueden ser perjudiciales para el bienestar mental del receptor. El estudio destaca la necesidad de investigaciones adicionales sobre este tipo de conducta, que permitan entender cuando son útiles y positivas, y cuando tienen un impacto más negativo como sugiere este trabajo.
Un estudio reciente realizado en Alemania (Schulz et al., 2024) exploró cómo la ayuda no solicitada en el entorno laboral puede influir en la salud psicológica. Se evaluaron a cientos de trabajadores de distintos sectores con años de experiencia laboral, utilizando diversas escalas y cuestionarios autoinformados para evaluar la frecuencia de la ayuda no deseada recibida, y su impacto en la autonomía, competencia y capacidad para desconectarse del trabajo.
Interesantemente, se evaluó el grado de cortesía del ofrecimiento de ayuda, para evaluar el impacto psicológico según la forma de ofrecimiento.
Los resultados del estudio indicaron que recibir ayuda no deseada frustra especialmente la necesidad de autonomía, aumentando la rumiación cognitiva, y dificultando la desconexión psicológica del trabajo, incluso semanas después de haber recibido esa ayuda. Remarcablemente, el tono en que se ofreció la ayuda no afectó a los resultados, sugiriendo que el impacto psicológico negativo es producido por la simple oferta de ayuda no solicitada, independientemente de cómo se presente, lo que resalta que el hecho de ofrecer ayuda no solicitada es suficiente para generar efectos negativos.
Aunque las intenciones detrás de la ayuda suelen ser bienintencionadas, sus consecuencias pueden ser perjudiciales para el bienestar mental del receptor. El estudio destaca la necesidad de investigaciones adicionales sobre este tipo de conducta, que permitan entender cuando son útiles y positivas, y cuando tienen un impacto más negativo como sugiere este trabajo.
Schulz, A. D et al, 2024. When help is not wanted: Frustrated needs and poor after-work recovery as consequences of unwanted help at work. Stress and Health. https://doi.org/10.1002/smi.3415
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.