Neurociencia y Psicología
¿Es el lenguaje necesario para el pensamiento?
El lenguaje es una característica definitoria de los seres humanos, pero su función principal ha sido motivo de debate durante siglos, siendo célebre la contraposición de perspectivas de Piaget y Vygotsky. Así, existen dos teorías principales sobre su propósito: la primera sostiene que el lenguaje es, ante todo, una herramienta que permite expresar pensamientos y emociones. La segunda teoría, plantea que el lenguaje es la base del propio pensamiento humano, incluso indispensable para cualquier forma de pensamiento complejo o simbólico.
Un estudio reciente (Fedorenko et al., 2024) evaluó la función del lenguaje y su papel en la cognición humana. Se revisaron estudios que abarcaban las últimas dos décadas que utilizaban una combinación de técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y registros intracraneales, para evaluar la activación de áreas cerebrales durante tareas lingüísticas y no lingüísticas. Se examinaron tareas que implicaban razonamiento lógico, matemático, social, entre otros tipos de pensamiento, con el fin de determinar si el lenguaje era necesario para su realización. El análisis incluyó tanto a individuos sanos como a personas con daños cerebrales, niños con sordera que no habían tenido acceso temprano al lenguaje, además de personas con discapacidades intelectuales y trastornos psicológicos. También se analizaron grandes corpus de lenguajes naturales con herramientas computacionales para determinar si el lenguaje es un código eficiente para la transferencia de información.
Los resultados de los diversos estudios muestran que el lenguaje no es ni necesario ni suficiente para el pensamiento. Los individuos con daños severos en áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje mostraron habilidades intactas en tareas de razonamiento matemático, lógico y social, lo que sugiere que estas formas de pensamiento no dependen del lenguaje. Además, las técnicas de neuroimagen revelaron que las áreas del cerebro involucradas en el procesamiento del lenguaje permanecen inactivas durante tareas de pensamiento no lingüístico. Estas áreas solo se activan durante la comprensión y producción del lenguaje, lo que respalda la idea de que el lenguaje es un sistema especializado en la comunicación, más que un sistema especializado en el pensamiento. Los estudios en niños sordos con exposición limitada al lenguaje también confirman que la privación del lenguaje no impide el desarrollo de habilidades cognitivas complejas, aunque puede dificultar y retrasar ciertos tipos de razonamiento. Además, el análisis del lenguaje natural mostró que está optimizado para una comunicación eficiente, con sonidos distribuidos para facilitar su percepción y estructuras sintácticas que minimizan la distancia entre dependencias, lo que facilita la producción y comprensión del lenguaje.
En conclusión, el estudio sugiere que el lenguaje es esencialmente una herramienta de comunicación más que un sustrato necesario para el pensamiento. La evidencia respalda que el pensamiento complejo es posible sin el lenguaje, y que las habilidades lingüísticas intactas no implican necesariamente un pensamiento intacto. Aunque el lenguaje puede facilitar ciertas tareas, optimizando y refinando el desarrollo cognitivo, no parece ser un componente crucial del pensamiento per se. De esta forma, el lenguaje parece reflejar la sofisticación cognitiva característica de los humanos, pero no generarla propiamente, evolucionando más bien para la comunicación, la transmisión cultural y el aprendizaje social. Esta coevolución pudo haber impulsado el desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas, pero el lenguaje en sí no sería el origen de la capacidad cognitiva humana.
Los estudios funcionales y de lesiones muestran que la red del lenguaje está conformada por un grupo de áreas cerebrales lateralizadas en buena medida en el hemisferio izquierdo que se activan ante la lectura, el habla, o interpretar el lenguaje de señas, mostrando que las representaciones lingüísticas son abstractas y no están ligadas a una modalidad sensorial específica. Por tanto, la red del lenguaje juega un papel clave en nuestra capacidad de comunicar pensamientos y emociones, y en la comprensión del lenguaje de otros. El lenguaje ha transformado nuestra especie principalmente al permitir la transmisión intergeneracional de conocimientos y cultura, contribuyendo a la construcción de nuestras civilizaciones.
Un estudio reciente (Fedorenko et al., 2024) evaluó la función del lenguaje y su papel en la cognición humana. Se revisaron estudios que abarcaban las últimas dos décadas que utilizaban una combinación de técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y registros intracraneales, para evaluar la activación de áreas cerebrales durante tareas lingüísticas y no lingüísticas. Se examinaron tareas que implicaban razonamiento lógico, matemático, social, entre otros tipos de pensamiento, con el fin de determinar si el lenguaje era necesario para su realización. El análisis incluyó tanto a individuos sanos como a personas con daños cerebrales, niños con sordera que no habían tenido acceso temprano al lenguaje, además de personas con discapacidades intelectuales y trastornos psicológicos. También se analizaron grandes corpus de lenguajes naturales con herramientas computacionales para determinar si el lenguaje es un código eficiente para la transferencia de información.
Los resultados de los diversos estudios muestran que el lenguaje no es ni necesario ni suficiente para el pensamiento. Los individuos con daños severos en áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje mostraron habilidades intactas en tareas de razonamiento matemático, lógico y social, lo que sugiere que estas formas de pensamiento no dependen del lenguaje. Además, las técnicas de neuroimagen revelaron que las áreas del cerebro involucradas en el procesamiento del lenguaje permanecen inactivas durante tareas de pensamiento no lingüístico. Estas áreas solo se activan durante la comprensión y producción del lenguaje, lo que respalda la idea de que el lenguaje es un sistema especializado en la comunicación, más que un sistema especializado en el pensamiento. Los estudios en niños sordos con exposición limitada al lenguaje también confirman que la privación del lenguaje no impide el desarrollo de habilidades cognitivas complejas, aunque puede dificultar y retrasar ciertos tipos de razonamiento. Además, el análisis del lenguaje natural mostró que está optimizado para una comunicación eficiente, con sonidos distribuidos para facilitar su percepción y estructuras sintácticas que minimizan la distancia entre dependencias, lo que facilita la producción y comprensión del lenguaje.
En conclusión, el estudio sugiere que el lenguaje es esencialmente una herramienta de comunicación más que un sustrato necesario para el pensamiento. La evidencia respalda que el pensamiento complejo es posible sin el lenguaje, y que las habilidades lingüísticas intactas no implican necesariamente un pensamiento intacto. Aunque el lenguaje puede facilitar ciertas tareas, optimizando y refinando el desarrollo cognitivo, no parece ser un componente crucial del pensamiento per se. De esta forma, el lenguaje parece reflejar la sofisticación cognitiva característica de los humanos, pero no generarla propiamente, evolucionando más bien para la comunicación, la transmisión cultural y el aprendizaje social. Esta coevolución pudo haber impulsado el desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas, pero el lenguaje en sí no sería el origen de la capacidad cognitiva humana.
Los estudios funcionales y de lesiones muestran que la red del lenguaje está conformada por un grupo de áreas cerebrales lateralizadas en buena medida en el hemisferio izquierdo que se activan ante la lectura, el habla, o interpretar el lenguaje de señas, mostrando que las representaciones lingüísticas son abstractas y no están ligadas a una modalidad sensorial específica. Por tanto, la red del lenguaje juega un papel clave en nuestra capacidad de comunicar pensamientos y emociones, y en la comprensión del lenguaje de otros. El lenguaje ha transformado nuestra especie principalmente al permitir la transmisión intergeneracional de conocimientos y cultura, contribuyendo a la construcción de nuestras civilizaciones.
Fedorenko, E. et al, 2024. Language is primarily a tool for communication rather than thought. Nature, 630, 575-583. https://doi.org/10.1038/s41586-024-07522-w
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.