Neurociencia y Psicología
Psicologia y Evolución de la risa y el humor
Los mamíferos poseen patrones conductuales de juego, lo que implica que deben compartir un programa filogenético que desinhibe esta actividad de tipo afectivo, motivacional y psicomotor, que produce placer y generan conductas características (perseguirse, "cazarse", etc). El juego es importante como conducta prosocial en los mamíferos y también en los humanos. Señaliza seguridad y cuidados: ausencia de peligro en el ambiente, sensibilidad de los cuidadores con los pequeños, y buenas relaciones en el grupo.
Es visible que los mamíferos juegan a pelearse abriendo la boca y enseñando los dientes, e incluso algunos primates no humanos abren la boca en respuesta a cosquillas, por lo que es posible que la risa haya evolucionado desde los patrones motores faciales de la emoción de juego, como señal visible del mismo.
El humor a su vez evoluciona desde el juego, a medida que evoluciona la función simbólica y el lenguaje en el cerebro, incorporando características cognitivas y semánticas. Podríamos decir que el humor es casi un juego cognitivo. Como el juego, señaliza ausencia de peligro, orientación al grupo, y recursos emocionales. Producir humor implica también creatividad y pensamiento lateral. Producir humor también implica reputación y habilidades sociales, características relacionadas con el status de la persona. No es extraño por tanto que las señales relacionadas con el humor sean cualidades valoradas por las personas, y también por una pareja (los estudios muestran que las mujeres lo valoran especialmente). Debemos tener en cuenta que no todo intento de humor produce risa, y no toda la risa es humor (por ejemplo sarcasmo). El humor inconveniente o cruel en cambio es poco valorado, precisamente porque el humor sea apropiado, inteligente y maduro señaliza a una persona socialmente habilidosa, inteligente, madura y viceversa.
Además de facilitar el ajuste psicosocial en el grupo, el humor tiene la función de disminuir la tensión psíquica en el individuo. Por eso buena parte del humor versa sobre situaciones que generan tensión psíquica, a menudo a costa del ridículo o infortunio de otros (sea más o menos benigno o socialmente aceptado como tema de humor permitido). Pero también nos gusta el llamado humor negro, sexual o escatológico, del mismo modo que nos seduce cierta violencia controlada en el cine o cuando nuestro equipo machaca al rival en algún deporte, dado que alivia la tensión psíquica frecuentemente reprimida de nuestros impulsos agresivos, sexuales, y nuestra angustia ante la muerte. Al disminuir la tensión psíquica, el sentido del humor es una defensa ante situaciones cotidianas que implican particularmente cierto estrés social, y tiene valor adaptativo tanto a nivel de individuo como a nivel social, al aliviar el estrés psíquico y la tensión en el grupo ante situaciones potencialmente problemáticas. Por eso a veces existe risa descontrolada en situaciones inconvenientes, activándose a nivel subcortical sin que podamos controlarlo. La risa nerviosa manda un mensaje de apertura a otras personas que están en la misma situación de tensión que nosotros. Nuestro cerebro ha detectado una situación de tensión social, y activa la risa para señalizar a los demás que somos inofensivos y cooperadores en esa cosa tan tensa que necesita una solución que no es sencilla. "Uy que situación tan tensa, seamos coleguis".
En cuanto al mecanismo de producción del humor, debe implicar un fallo o una rotura de expectativa para que algo nos parezca divertido. Se espera una cosa y sucede otra inesperada incompatible con el objetivo, o bien una rotura de una norma, a menudo todo ello por una pobre habilidad de alguna persona. Señalizar con risa la pobre habilidad de otros puede estar relacionado con nuestro status, de forma automática devaluamos a la persona (aunque sea de forma benigna) y nos hace sentir bien, nos permite detectar estas discrepancias respecto al objetivo y hacérselo saber al grupo: "mirad todos, alguien que no soy yo ha cometido un error y tiene repercusiones reputacionales en el grupo". El humor implica un punto necesario de pobre habilidad, infortunio o ridículo de otros, casi siempre de forma benigna. La palabra schandenfreude hace referencia al placer que nos da cuando algo malo le acontece a otros. Todos hemos sentido esto alguna vez. El humor malicioso o humillante hacia otros no es bien valorado, y se relaciona con rasgos de personalidad caracterizados por la triada oscura: psicopatía, maquiavelismo y narcisismo.
El humor es una defensa muy adaptativa ante la tensión psíquica cotidiana. A nivel individual implica humildad, pues de alguna manera nos quitamos importancia a nosotros mismos. Es prosocial, disminuyendo las tensiones sociales cotidianas, y aportando perspectiva. El sentido del humor maduro permite entender que hay un problema, sin negarlo ni evitarlo, pero pone cierta distancia emocional, favoreciendo la toma de perspectiva y procurando la facilitación social de su abordaje. Manda un mensaje de calma y apertura a otras personas que están en esta misma situación de tensión.
Citar como: Bordallo. A. Psicología y evolución de la risa y el humor. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_evolucion-risa-y-humor
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Es visible que los mamíferos juegan a pelearse abriendo la boca y enseñando los dientes, e incluso algunos primates no humanos abren la boca en respuesta a cosquillas, por lo que es posible que la risa haya evolucionado desde los patrones motores faciales de la emoción de juego, como señal visible del mismo.
El humor a su vez evoluciona desde el juego, a medida que evoluciona la función simbólica y el lenguaje en el cerebro, incorporando características cognitivas y semánticas. Podríamos decir que el humor es casi un juego cognitivo. Como el juego, señaliza ausencia de peligro, orientación al grupo, y recursos emocionales. Producir humor implica también creatividad y pensamiento lateral. Producir humor también implica reputación y habilidades sociales, características relacionadas con el status de la persona. No es extraño por tanto que las señales relacionadas con el humor sean cualidades valoradas por las personas, y también por una pareja (los estudios muestran que las mujeres lo valoran especialmente). Debemos tener en cuenta que no todo intento de humor produce risa, y no toda la risa es humor (por ejemplo sarcasmo). El humor inconveniente o cruel en cambio es poco valorado, precisamente porque el humor sea apropiado, inteligente y maduro señaliza a una persona socialmente habilidosa, inteligente, madura y viceversa.
Además de facilitar el ajuste psicosocial en el grupo, el humor tiene la función de disminuir la tensión psíquica en el individuo. Por eso buena parte del humor versa sobre situaciones que generan tensión psíquica, a menudo a costa del ridículo o infortunio de otros (sea más o menos benigno o socialmente aceptado como tema de humor permitido). Pero también nos gusta el llamado humor negro, sexual o escatológico, del mismo modo que nos seduce cierta violencia controlada en el cine o cuando nuestro equipo machaca al rival en algún deporte, dado que alivia la tensión psíquica frecuentemente reprimida de nuestros impulsos agresivos, sexuales, y nuestra angustia ante la muerte. Al disminuir la tensión psíquica, el sentido del humor es una defensa ante situaciones cotidianas que implican particularmente cierto estrés social, y tiene valor adaptativo tanto a nivel de individuo como a nivel social, al aliviar el estrés psíquico y la tensión en el grupo ante situaciones potencialmente problemáticas. Por eso a veces existe risa descontrolada en situaciones inconvenientes, activándose a nivel subcortical sin que podamos controlarlo. La risa nerviosa manda un mensaje de apertura a otras personas que están en la misma situación de tensión que nosotros. Nuestro cerebro ha detectado una situación de tensión social, y activa la risa para señalizar a los demás que somos inofensivos y cooperadores en esa cosa tan tensa que necesita una solución que no es sencilla. "Uy que situación tan tensa, seamos coleguis".
En cuanto al mecanismo de producción del humor, debe implicar un fallo o una rotura de expectativa para que algo nos parezca divertido. Se espera una cosa y sucede otra inesperada incompatible con el objetivo, o bien una rotura de una norma, a menudo todo ello por una pobre habilidad de alguna persona. Señalizar con risa la pobre habilidad de otros puede estar relacionado con nuestro status, de forma automática devaluamos a la persona (aunque sea de forma benigna) y nos hace sentir bien, nos permite detectar estas discrepancias respecto al objetivo y hacérselo saber al grupo: "mirad todos, alguien que no soy yo ha cometido un error y tiene repercusiones reputacionales en el grupo". El humor implica un punto necesario de pobre habilidad, infortunio o ridículo de otros, casi siempre de forma benigna. La palabra schandenfreude hace referencia al placer que nos da cuando algo malo le acontece a otros. Todos hemos sentido esto alguna vez. El humor malicioso o humillante hacia otros no es bien valorado, y se relaciona con rasgos de personalidad caracterizados por la triada oscura: psicopatía, maquiavelismo y narcisismo.
El humor es una defensa muy adaptativa ante la tensión psíquica cotidiana. A nivel individual implica humildad, pues de alguna manera nos quitamos importancia a nosotros mismos. Es prosocial, disminuyendo las tensiones sociales cotidianas, y aportando perspectiva. El sentido del humor maduro permite entender que hay un problema, sin negarlo ni evitarlo, pero pone cierta distancia emocional, favoreciendo la toma de perspectiva y procurando la facilitación social de su abordaje. Manda un mensaje de calma y apertura a otras personas que están en esta misma situación de tensión.
Citar como: Bordallo. A. Psicología y evolución de la risa y el humor. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_evolucion-risa-y-humor
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